Los golondrinos del poder

Si el país sigue rumbo al precipicio sin que quienes llevan las riendas manifiesten pre ocupación alguna, habría que revisar con urgencia su historia clínica y ordenar ya el traslado a Cuba o algún otro país en que no peligre su seguridad para someterlos a rigurosos y pormenorizados exámenes que descarten tanto enfermedades radicales como diabetes, pie de atleta, sabañones y forúnculos que puedan afectar sus decisiones.En una república en la que los practicantes de la medicina del Hospital Central de Maracay ordenan cultivos urológicos del oído y una resonancia macnetica nuclear cerebral para tratar caso de amnecia habría que prestar particular atención a la salud de la dirigencia. Desde el sobrepeso de Darío Vivas, en quien la difi cultad para articular una oración con sentido cabal es indirectamente proporcional a la capacidad que tiene su garganta de tragar, hasta los vaporones de Diosdado Cabello y las difi cultades de pronunciación de Freddy Bernal deben ser objeto de atención, y preocupación.Ahí se nos podría ir la patria.Stalin, a quien no llamaban Padrecito en vano, se preocupaba como un auténtico pa ter familiae de que todos sus colaboradores se mantuvieran en perfectas condiciones físicas, no solo para aguantar las largas francachelas con los mejores vinos, aunque él en los personal prefería uno barato y dulzón, y los manjares más exquisitos que se repetían cada noche en su dacha, sino...

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