Golpe de Estado con elecciones ilegales

Conviene recordar el adagio para que el mal triunfe, solo hace falta que los hombres buenos no hagan nada, con motivo del célebre libro de Curzio Malaparte, La técni ca del golpe de Estado, escrito en 1931, hace ya 87 años, obra muy leída el siglo pasado, ocasionando destierro a su autor decretado por el régimen fascista italiano.Malaparte analiza los dife rentes golpes o intentos de golpes de Estado habidos en Europa desde el 18 de Brumario de Napoleón hasta la llamada marcha sobre Roma de Mussolini, pero el libro no es de historia ni un manual de sabotaje, sino de política y sociología que desmenuza las fuerzas actuantes y las acciones decisivas que existen en todo golpe de Estado, las cuales no son generalmente las más aparentes ni espectaculares.Malaparte sostiene que un golpe de Estado solo re quiere la participación de 1.000 técnicos que actúan bloqueando todas las capacidades del Estado al que se bloquea y difundiendo noticias no siempre veraces que verbigracia: las que difundió el pasado miércoles Jorge Rodríguez desde República Dominicana acerca del presunto preacuerdo y los detallitos que faltaban, desmentido oportunamente por Julio Borges mantienen en neutralidad a la mayoría de la población o las hacen aceptar pacíficamente.Aunque ahora muchos sos tienen que la obra de Malaparte ha perdido vigencia, no se puede afirmar tajantemente que ha sido superada por el tiempo, puesto que la técnica del golpe de Estado trata de una minoría, 1.000 técnicos, que puede hacerse del control de un Estado moderno, incluso sin ser detectado de inmediato el cambio por la mayoría de la población, Ahora bien, si en el pasado podían 1.000 técnicos, ¿qué no harían hoy 10.000? El caso venezolano es digno de estudio a la luz de Malaparte.Conviene afirmar desde mi modesta meditación que en nuestro país viene desarrollándose, desde el 4 de febrero de 1992, un golpe de Estado, que afluyó con más ímpetu al ganar las elecciones del 6 de diciembre de 1998, desde cuyo momento tomó fuerza, con mucha gente comprometida, el referéndum consultivo fundamentado en el artículo 4 de la Constitución de 1961 y la consecuente elección de la asamblea constituyente que redactó la nueva carta magna aprobada mediante referéndum en diciembre de 1999, a la par que se orquestaba concatenación de la distorsión de la historia, una relectura de los hechos políticos y económicos pasados, mediante mentiras consuetudinarias voceadas por el comunicador Chávez, la organización de un...

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