Gracias, Magglio, dijo Detroit

Magglio Ordóñez volvió a aparecer en el Comerica Park, con el puño derecho en alto, recorriendo las almohadillas para deleite de la afición. El cuadro, con más de un metro de alto, fue colocado ayer en el centro del diamante, frente al propio falconiano. Fue uno de los regalos que recibió Ordóñez el día del adiós. Se trata de una reproducción de el momento más emocionante que el manager Jim Leyland ha vivido en la franquicia, según el piloto confesó. Es, también, el mejor recuerdo que deja el venezolano en Detroit. Aquel cuadrangular que des cargó Ordóñez contra el cerrador Huston Street, en su mejor momento con los Atléticos, acabó con la serie de campeonato de la Liga Americana y metió a los Tigres en la Serie Mundial de 2006. El batazo aún resuena. Basta ingresar el nombre del nativo de Coro en You Tube para hallar que esa imagen es lo que copa la búsqueda. Las estrellas hacen grandes cosas, dijo Leyland, en medio de la ceremonia con que los bengalíes despidieron a quien durante siete años alineó en el medio del lineup. Nos quedamos cortos por muy poco. Llegamos hasta allá, pero nos quedamos cortos. Los Cardenales impidieron en cinco partidos que el festejo fuera total en la Ciudad del Motor. Una larga espera sin jugar, mientras se resolvía el playoff de la Nacional, afectó el ritmo ofensivo de los felinos. Sé que aún es capaz de jugar y rendir a este nivel, exclamó Miguel Cabrera sobre su amigo, con quien se entrenó en el receso entre temporadas, mientras Cabrera se preparaba para volver a la antesala y mientras Ordóñez esperaba por el contrato que nunca llegó...

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