Guerra al bravo pueblo

Con el pretexto de la guerra en contra de la subversión, las dictaduras militares del Cono Sur emprendieron una salvaje campaña en contra de toda forma de disidencia, utilizando la justicia militar como otro de sus instrumentos de represión. Menciono lo anterior porque el régimen venezolano le ha declarado la guerra a los ciudadanos de este país, y porque está recurriendo a los tribunales militares para que sean estos los que asuman la responsabilidad de perseguir y castigar a quienes alcen su voz en defensa de la libertad y la democracia.La represión de las protes tas del último mes ha dejado un saldo de al menos 43 personas asesinadas y centenares de heridos. Más de 260 civiles han sido presentados a tribunales militares, de los cuales 159 han quedado detenidos.A estos últimos se les acusa nada menos que de traición a la patria, terrorismo e incitación a la rebelión. Pero lo cierto es que ellos han sido detenidos en el ejercicio legítimo del derecho a manifestar.Según el ministro Reverol, los detenidos son terroristas contratados por la derecha, lo cual amerita un trato distinto al que se da a los colectivos armados, protegidos por el gobierno; el general Padrino acusa a los detenidos de haber atacado a miembros de las Fuerzas Armadas, imagino que utilizando como arma la bandera de Venezuela. Curiosamente, entre ellos no figura nadie con el perfil de un golpista y sedicioso, conspirando en contra de las instituciones democráticas; muy por el contrario, se trata de amas de casa, de profesores universitarios, de estudiantes, e incluso de un par de indigentes. Uno de esos terroristas y traidores a la patria tal vez el más peligroso fue detenido portando nada menos que un megáfono. ¡A Hugo Chávez o a sus compinches nunca se les hubiera ocurrido utilizar un megáfono, mientras conspiraban debajo del samán de Güere! No es primera vez que los ciudadanos han salido a la calle a protestar en contra de un gobierno que consideran que no está haciendo lo correcto.Sin embargo, incluso durante este régimen, se habían...

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