Guerra: La Copa se apreciará con los años

La ruta desde las Lomas de Urdaneta a Caricuao era tediosa. Y más cuando debes tomar la cada tarde. La transferencia en el Metro de El Silencio es una tortura, recordó entre risas Alejandro Guerra, quien aún celebra en Medellín el título de la Copa Libertadores con el Atlético Nacional.Pero ese era el sacrificio que debía hacer para llegar a donde estamos hoy, agregó El Lobo, quien recordó como era el camino desde su casa, hasta la antigua sede de entrenamientos del Caracas..El viaje era largo, y fasti diaba. Y a veces mi mamá me regañaba porque me daba flojera ir después de clases hasta allá. Cuando veía que nos quedábamos mi hermano y yo jugando en el Bloque 4, ahí en las Lomas, se ponía furiosa. Nos perseguía y nos metía tremendo regaño, pero todo eso valió la pena.Ella estuvo conmigo en la final, junto a mi esposa y mis dos hijos, agregó.La verdad es que a mí no me gustaba el fútbol, contó Guerra. Quería jugar beisbol, pero empecé a acompañar a mi hermano a las prácticas, y ahí empezó todo, contó.El volante coincidió con va rios entrenadores que cambiaron su carrera. Nelson Carre ro me tuvo una confianza que nunca dejaré de agradecerle. Me llevó al Suramericano sub 20 de 2005 sin jugar seguido, y me dio mucha confianza. A Chita Noel Sanvicente le debo todo. Desde que me vio en Caricuao, creyó en mí. Me enseñó muchas cosas que aún hoy aplico. A Richard Páez le debo muchísimo también.Con él debuté en la selección, y aprendí la verdadera esencia del juego, argumentó.Ese sentido real del fút bol para el caraqueño llegó con Páez en Mineros, en 2013.Había pasado por Caracas y Anzoátegui, y había madurado mucho. Ahí entendí que el fútbol no es sólo desequilibrio.No es el regate y la velocidad.Para jugar esto tienes que ser muy inteligente, ¿sabes? Ver cómo hacer circular la pelota más rápido de lo que tu rival la puede alcanzar. Tocar de primera o en dos tiempos. Disfruto más el juego, destacó.Cariño. Poco tiempo después, Juan Carlos Osorio lo llevó a Colombia, donde comenzó su idilio con el Atlético Nacional.Al llegar al Atanasio Girardot se puso una meta. Entré al estadio a ver mi primer partido con el equipo, y vi como coreaban los nombres de los jugadores que habían ganado. Me...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR