Guiados por el arte

Me siento bien cuando toco el clarinete, como si los problemas se fueran, dice Stephanie Lugo, de 12 años de edad, miembro de la Orquesta Infantil de Chacao y quien asegura que desde que estudia música ha aprendido la importancia del compromiso. Miguel Ángel Pando comenzó a estudiar violín cuando tenía 7 años de edad, después escuchó el sonido de la tuba y decidió consagrarse a su práctica. Ahora, con 11 años de edad, dice que le encanta practicarla porque el sonido es gordo. No sé cómo decírtelo, pero la tuba le da un toque de sazón; y si me pierdo, la fila de los metales también se puede perder porque se guían por mí. El jovencito considera que la música es el arte que le permite unir ritmos; en cambio, para su hermano Jesús Enrique, de 9 años de edad, que estudia clarinete: Es la inspiración para seguir adelante en la vida y lo que me hace feliz. Estas vivencias apegadas al arte unen a algunos niños en su día, que se celebra hoy. Sensibilidad y empatía. Cristal Palacios es psicólogo clínico y utiliza el arte como terapia. Para la especialista, las disciplinas que generan un goce estético dan beneficios, que en los niños se pudieran resumir en cinco grandes vertientes: el efecto catártico, que permite desahogarse del dolor; el aumento de la motricidad; la coordinación entre ver y pintar; el desarrollo de la imaginación, y el impulso a la interrelación social. Cuando un niño dibuja pa rece que simplemente traza líneas, pero está tomando decisiones, desde la escogencia del color hasta la delimitación del espacio. Se puede considerar que se trata de un problema minúsculo, pero frente a su cuaderno el niño desarrolla destrezas que empleará en la adultez. A juicio de la especialista, la práctica de cualquier disciplina artística en...

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