Guionistas: manos anónimas que tejen historias en las telenovelas

En el imperio que se levanta tras cada telenovela, el trabajo de los guionistas yace en uno de los lugares más anónimos de todo el reparto de funciones. Viven a la sombra de un escritor que por lo general es famoso, pero su trabajo se vuelve público con la transmisión de cada capítulo, y de su estructura e ilación depende, en cierta medida, el éxito o fracaso de una producción dramática. En opinión de Camilo Hernández, de origen cubano, con 25 años de experiencia en el oficio de escribir telenovelas, lo difícil del trabajo es ser parte de una línea de producción, que debe pasar por muchos departamentos. "Eso al principio me causó un conflicto, pero cuando entendí que mi trabajo termina al presionar el botón send, me evité el infarto". No obstante, refiere que otro de los puntos álgidos del oficio que desempeña es la relación amor-odio con los actores. "Me desesperan los que dicen 'te fuistes', 'me dejastes' y 'me engañastes' (con una hiriente s al final), y me conmueve cuando un actor mejora y engalana con su talento tus pobres palabras". La dinámica de trabajo ha cambiado y aun cuando todo parte de la diagramación que hace el autor titular de la telenovela, los guionistas gozan de ciertas libertades para hacer su trabajo. "Antes había que ir al canal a diario, con horario y todo. Te entregaban la diagramación al llegar y pasabas todo el día metido en la oficina sin ventanas; cuando salías ya era de noche", recuerda Zaret Romero, con 30 años de experiencia en RCTV y Venevisión, y que actualmente escribe en La viuda joven. "Con Delia Fiallo, en Cristal, recibíamos la diagramación por teléfono desde Miami, era bien puntual y exigente. Pero los tiempos han cambiado. Con el uso de Internet nos liberamos un poco de las oficinas y, dependiendo del tiempo, nos reunimos dos o tres veces por semana, las diagramaciones llegan por mail y enviamos el capítulo de la misma forma", resume Romero.

Todos por igual. Aunque cada escritor titular tiene su dinámica, Daniel González, con 15 años de experiencia y actualmente escritor de La viuda joven, asegura que cada persona del equipo debe ser capaz de escribir todas las tramas y personajes. "Esto sin que se note un ápice de diferencia en sus voces. Para eso son importantes las reuniones, para conocer los perfiles y saber al detalle cómo hablan nuestros hijos, sus motivaciones y sus relaciones. Así que, básicamente, todos escribimos todas las tramas y todos los personajes en algún momento". En La viuda joven...

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