Hablar solos: un triángulo del silencio

Andrés Neuman Buenos Aires, 1977 estuvo en Venezuela como invitado de la Filuc y para presentar su novela Ha blar solos, un libro construido por capas, lecturas y las voces de tres personajes que dialogan consigo mismos. La enfermedad y las dinámicas que instala entre el cuidador y el cuidado mueven el hilo narrativo de esta historia. Elena, Mario y Lito, los personajes de Hablar solos, nos sumergen en las preguntas y pensamientos incómodos, dolorosos e incorrectos que generan convivir con la muerte, el dolor y la pérdida.--Pensando en el título del libro y en los monólogos de los tres personajes, que de pronto se convierten en un diálogo imaginario, creo que se podría decir que Hablar solos es una novela sobre el silencio. Allí hay cosas que nunca se llegan a decir, cosas que pensamos pero nunca las decimos.--Así es. Me parece que es una buena lectura, una buena síntesis. La idea era como ponerle un micrófono a los silencios familiares. No solamente son personajes que hablan solos porque se cuentan a sí mismos lo que no se atreven a contarle a sus seres más próximos o queridos, sino porque en el fondo, como has dicho, las tres voces de los personajes están orientadas a las tres formas que tenemos de confesarnos las cosas a nosotros mismos que es a veces pensando, una voz mental; a veces hablando en voz alta, que es la forma clásica de hablar solos; y a veces, no pocas, escribiendo y leyendo. Pero, efectivamente, son tres aproximaciones al silencio familiar, es todo aquello que hubieran necesitado comunicarle al otro y no lo hacen. Del mismo modo en que Elena es todo aquello que un cuidador piensa y siente, pero se siente demasiado culpable como para transmitirlo. Es un triángulo silencioso, un triángulo del silencio.--Incluso de lo que nos callamos a nosotros mismos como, por ejemplo, en el caso de Elena. Como cierto pudor ante lo que se piensa.--Sí. Absolutamente. El cuidador es el primero que se niega a sí mismo el derecho a tener una historia. Dentro de la historia de las postergaciones narrativas, una de ellas es la de género, por supuesto, y en ese sentido Elena es una especie de portavoz sindical de las Penélope de la historia de la narrativa. Y es que, además, se une un segundo postergamiento que es el del cuidador que está socialmente desatendido, es decir, no hay un sistema de ayudas, en general, ningún país se hace cargo mediante políticas públicas de los cuidadores. Ese cuidador, y eso es lo más siniestro y doloroso, primero se...

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