Nos hace falta descubrir cómo diversificar nuestros mercados

Por su gestión como directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Nu bia Macías es uno de los 300 dirigentes más influyentes de su país, según una clasificación hecha por la revista Líde res Mexicanos. Pero sus conocimientos no se limitan a la gestión de ferias literarias. En los 20 años que ha trabajado en la FIL se ha vuelto una especialista en el mercado editorial en castellano. Por eso, en junio participó en la conferencia El Libro Mañana, el Futuro de lo Escrito, que formó parte del II Foro Mundial de la Unesco sobre las Industrias Culturales. Ante el cambio de soporte que está viviendo el libro en los tiempos que corren, los asistentes a ese encuentro se propusieron explorar el futuro de la literatura y de la lectura con respecto al formato del e book Âmás económicoÂ, el de recho de autor y la función de las bibliotecas. La semana pasada, Macías visitó el país para dictar dos talleres, uno sobre la FIL como plataforma del mundo editorial y otro sobre organización de festivales de promoción de la lectura. Entonces aprovechó para hablar de los desafíos que afronta la industria editorial en castellano. ¿A qué se debe la parado ja de que, en la sociedad de la información, sea cada vez más difícil materializar leyes justas de derechos de autor? ÂEs tiempo de que las personas reivindiquemos el valor de la cultura. Somos capaces de pagar un dineral por artículos de marca e incapaces de pagar el valor de un contenido cultural como un libro, una canción o una película. Hay que acabar con la falacia de que la cultura se produce sola; la producen seres humanos que dedican su vida a eso. Así como la gente reclama que tiene derecho a la cultura gratuita, el autor debe decir que también tiene derecho a comer. Los países de América Latina tienen que hacer un trabajo sustantivo y no dejarse avasallar por las presiones de los técnicos de los soportes digitales. El libro digital no ha trascendido en el mundo hispanohablante porque los editores y agentes literarios aún no tienen muy claro cómo se van a vender los derechos. ¿Cómo sugiere que se protejan los derechos de los autores? ÂPrimero, hay que legislar sobre eso, de cara al desarrollo de los soportes digitales. Hay que preguntarse cuáles son los procesos de difusión y circulación de los libros y si a los ciudadanos les interesa sólo ese universo tan etéreo del formato digital o si éste puede convivir con el soporte impreso. A mí, como lector, me interesan las recomendaciones que...

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