La hallaca pasea su sabor por el mundo

En Pica Pica se hizo un video para explicar a los comensales que la hallaca no es un tamal, mucho menos una pizza envuelta. El plato navideño está en el menú del restaurante desde noviembre y se ofrecerá hasta el 31 de diciembre. El resto del año los mayores atractivos son la arepa, la cachapa y el tostón. La hallaca llega a la mesa sin sus acompañantes tradicionales y el comensal puede elegir entre dos sabores: caraqueña Âcon carne de gallina, res y cerdo, almendra, adorno y sabor entre dulce y picante y vegetariana. ¿El precio? 9 dólares. Es un éxito, dice Adriana López, responsable del menú de los dos restaurantes de Pica Pica Maize Kitchen, en California: el de Napa abrió sus puertas hace seis años; el de San Francisco cumplió seis meses. Allí se hizo una hallacada el 17 de diciembre. 100 comensales prepararon sus respectivas hallacas bajo la guía de López y al compás de una parranda que estuvo a cargo de Venezuelan Music Project. Bailaron hasta gaitas, afir ma la maestra, encantada de la calidad de los ingredientes y lo bonito de las hojas de plátano que llegan de Filipinas, limpias y muy bien cortadas. Londres. Luisa Chávez no com parte esa opinión. Las hojas de plátano filipinas que compra en el shopping indiano de Hounslow, en Londres, congeladas, son muy sucias, dice la margariteña, que vive en la capital británica desde 2003 y que por quinto año consecutivo ofrece hallacas por encargo, de sazón margariteña, como las de mi mamá, además de pan de jamón, ensalada de gallina y quesillo. Cuestan 5 o 6 libras esterli nas de acuerdo con el tamaño. A los ingleses les gusta, aunque no aprecian mucho el sabor a ajo y retiran del guiso aceitunas y alcaparras, explica López. Muchos creen que el plato es indio. Pero lo que sí aprecian es el pan de jamón. Lo ofrezco normal, por 12 libras, y especial, con doble de jamón y tocineta, por 15. El año pasado vendió más de 130. Dejé las manos en el amasado, pero valió la pena, asegura Chávez, que cuenta con todo el apoyo de su esposo, Roberto Jardín. Madrid y Tenerife. López y Chávez no son las únicas que ofrecen hallacas fuera del país. Juan José Fumero las incluyó en el menú de Canaima, su restaurante en Santa Cruz de Tenerife, desde que llegó a su tierra natal proveniente de Venezuela, hace casi 20 años. Gustan mucho, pero sólo se sirven en Navidad y como todo el año hay cerdo hay quien la degusta acompañada, dice Fumero, que cobra 12 euros por el plato. El resto del año lo que más luce en su...

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