Los hámsters son delicados de estómago

Buena parte de los trastornos digestivos de los hámsters tiene que ver con falta de higiene y exceso de alimentos. Si las jaulas en las que viven están sucias y húmedas, la comida se contamina y afecta a estos animales.

Por eso, la limpieza adecuada y a tiempo es la mejor manera de prevenir problemas que pueden, incluso, causar la muerte a la mascota.

También son perjudiciales las verduras que tienden a fermentar. Producen gases y digestiones difíciles si se les da en gran cantidad. Lo mejor es variar los alimentos e incluirlos en porciones pequeñas en la dieta diaria del roedor, que necesitará atención veterinaria urgente si presenta diarrea o si se le inflama el abdomen. Seguramente le recetarán unos días de dieta.

Hay ocasiones en que las diarreas aparecen por motivos más serios y de peor pronóstico que el de una alimentación incorrecta. Son relativamente frecuentes la salmonelosis, colibacilosis, etcétera, y enfermedades como el síndrome de la cola mojada, que pueden ser de difícil curación a pesar del tratamiento.

Otros males. La piel es otro de los órganos que no debe perderse de vista en el caso de los roedores. Es frecuente ver a estos animales con heridas, incluso infectadas, por peleas entre ellos o suciedad del entorno. Deben limpiarse y desinfectarse...

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