España, hecho en socialismo

Una destructiva crisis le ha tocado heredar a Mariano Rajoy de la administración del PSOE y del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El último de los movimientos del Gobierno, el de solicitar la apertura de las facilidades financieras previstas dentro de la normativa de la Unión Europea para ir al rescate de sus debilitados bancos, es la muestra de que, a pesar de estar haciendo todo lo que es adecuado para reflotar la economía española, lo correcto no es suficiente. El Gobierno afronta una arre metida brutal de parte de las fuerzas políticas opositoras, como si la situación de actual colapso de los bancos no fuera, a la vez, una amenaza anunciada y el resultado inevitable del desastroso manejo socialista de la crisis inmobiliaria que se gestó en su seno. No parece que la tolda que ocupó el Ejecutivo los últimos 8 años esté dispuesta a asumir la responsabilidad que le atañe por el colosal endeudamiento del país, que cuando Rajoy asumió la jefatura del Estado representaba 68,8% del PIB. Hoy quiebran lanzas y destacan el déficit fiscal que tendrían que soportar los españoles si el país decidiera utilizar los 40 millardos de euros que el Fondo Monetario Internacional ha adelantado como cifra justa de ayu da externa a ser aportada por los fondos europeos. Pero no se detienen un instante a reflexionar sobre el desequilibrio que legó la administración anterior a la gestión del nuevo mandatario. A los parlamentarios socialistas les molesta sobremanera las exigencias...

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