Para ellos no hay helicópteros

El próximo día de Navidad habrá más de un centenar de familias que partirá para la ce na el pan de la amargura, porque uno de sus miembros es víctima del presidio político al que lo ha reducido el régimen autocrático de Hugo Chávez. Pero hay otras familias que afrontan un padecimiento peor, puesto que desconocen el paradero de su deudo y no pueden siquiera visitarlo en alguna celda carente de sol y de justicia. Son los familiares de los venezolanos secuestrados por el hampa común o narcoguerrillera, sometidos a retención prolongada y al abandono de las instituciones nacionales. Son las sombras dolientes que han izado a Venezuela al noveno lugar en la lista de países con más secuestros del planeta, porque en los últimos 12 años este delito ha crecido 470%. Es un grupo que pasa de 40 compatriotas sujetos a las cadenas de sus captores. Solamente en Táchira son 24, el más antiguo de los cuales en la ominosa condición de rehén es Carlos Eduardo Rosales, plagiado en Colón, el 6 de julio de 2002... el quinto es el campesino Porfirio Dávila Arellano, capturado en Rubio el 2 de junio de 2003. Cinco años después, el 3 de ju nio de 2008, su hijo Porfirio Dávila Parra fue el presentador del libro La danza de las luciérnagas desde el vientre del secuestro de Fermín Mármol León. --Mi padre Âdijo Dávila Parra en aquella ocasión fue secuestrado por unos cobardes el 2 de junio de 2003, un día que no terminará hasta que él vuelva a sentarse con nosotros a la mesa. Nadie imagina cómo se desgarra el corazón ante el rapto. Hablo de cada uno de mis hermanos en cautiverio: Ana de Dios de Pabón y su hijo Anthony Pabón, víctimas de un triple secuestro en 2003 y aún en cautiverio; Jorge Guilanders Miller, de 82 años, secuestrado por las FARC en el Zulia, en 2006; Evilia Mercado, quien no deja de esperar a su hijo, Sócrates, en Guárico; Patricia Garbi, que espera a su padre en el Alto Apure; Julia de Evia, cuyo hijo fue secuestrado en los Valles del Tuy; o el señor Rosales, que pagó el rescate de su hijo Carlos Eduardo, y en seis años no ha regresado a casa. Nosotros, los familiares de los secuestrados venezolanos, hemos sentido de manera brutal el peso del mayor desprecio que gobierno alguno pueda dar a sus conciudadanos. El interés del Ejecutivo por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR