La hembra nueva

Las feministas del gobierno reproducen lo que critican. Así, quizá con una contenida do sis de rabia o frustración, pero concisa y acertadamente, una joven psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela, expuso a este diario un curioso caso de intolerancia y estrechez mental que provocó su salida de una institución que, luego de solicitar y contratar sus servicios, prescindió de ellos cuando constató que, además de ser la excelente profesional que certificaba su currículum académico, se desempeñaba como modelo para promocionar productos de conocidos diseñadores de ropa y accesorios femeninos, lo cual, si a ver vamos, no era de la incumbencia del organismo contratante.El Instituto Nacional de la Mujer, entidad adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, donde la referida psicóloga alcanzó a trabajar apenas 5 días, adujo, para justificar su precipitado e injustificado despido, que el modelaje la asociaba a con marcas capitalistas y eso no sólo era in compatible con la filosofía de Inamujer, sino que contrariaba su elevada misión de dignificar al despectivamente llamado sexo débil. El argumento es falaz e infantil; falaz porque nuestra administración pública marcha por inercia sin rumbo ni propósito, e infantil, pues, supone que mostrarse en una pasarela luciendo ropa de firma es distinto a hacerlo en un despacho ministerial para provocar envidias y comentarios entre las compañeras de trabajo como hacen altas funcionarias, que lo son gracias a la inclusión forzada y el igualitarismo a juro propiciado por la irracionalidad dogmática de comisarios ideológicos de constreñido magín, ahítos y escasos de formación, lo que les impide discernir juiciosamente entre lo que es políticamente correcto y lo que no lo es poniendo de relieve, una conducta hipócrita y un talante reaccionario, semejante a la actitud de esas personas, que añoran las penurias del pasado y rechazan las tecnologías que hoy día contribuyen a una mejor calidad de vida..Esas mujeres que hablan de institucionalidad del socialismo feminista en Venezuela, pensando acaso en una hembra nueva, una especie de tomboy equiparable a los hombres, no por su capacidad, sino por sus modales, están auspiciando un nuevo tipo de discriminación que encuentra en algunos atributos de las damas motivos suficientes para considerarlas enemigas del proceso que ellas dicen encarnar. Cuando no andan trajeadas como tópicas maestras de las tiras cómicas, se les ve...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR