Herencia sin beneficio de inventario

El señor Dios, infinitamente compasivo y misericordioso, tenga piedad de nuestro hermano Hugo Chávez Frías. Que sus penas del último tiempo, sobrellevadas con fe y con amor, resulten suficientes para la expiación de sus culpas. Es la oración que sale de nuestro corazón de cristianos.Pero nuestra tarea como periodistas es otra. Mirar el futuro que espera a Venezuela, tantas veces amada, que recibe el pesado fardo de una herencia de tan difícil liquidación.Detrás del paso del coman dante por el escenario histórico no quedan más que vientos y desolación. Sin que pueda remitirse a duda que muchos recibieron un pan que les fue esquivo siempre, el balance de los bienes relictos es en extremo complicado.Para empezar por lo que acaso sea más simple de mirar, Venezuela queda postrada en una crisis económica pavorosa y absurda. Su industria petrolera ha perdido una producción diaria de un millón de barriles, todos los que hoy extrae Colombia. El endeudamiento de la nación es gigantesco, como que supera los 2.00.000 millones de dólares, y el de Pdvsa, ayer una de las empresas petroleras más sólidas del mundo, alcanza cifras inverosímiles.La China no es un acreedor suave. Y la deuda con ese gigante compromete parte sustancial de la exportación del país.El problema cambiario es francamente inmanejable.Con dólares oficiales a 6,50 bolívares, en la calle se cotizan a 25 bolívares por dólar. Y ese descuadre aparece en una nación que arrasó su producción de alimentos, que necesita adquirir afuera más de 70% de los productos que consume. La inflación es de las más altas del mundo y el déficit fiscal enorme.No hay un indicador que tranquilice.¿Qué se hizo la colosal fortu na de los venezolanos? Se fue toda en despilfarros, agresiones contra el aparato productivo, corruptelas a las que no alcanzan las cifras, ni la imaginación, regalos ostentosos y vulgares a todos los regímenes afines, improvidencia e ineptitud administrativa. Admitamos que Venezuela nunca fue un país exquisitamente manejado. Pero...

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