La cara híbrida del arte contemporáneo se aprecia en las obras de 15 creadores

Hubo una época en la que los pintores pintaban y los escultores esculpían, nadie combinaba técnicas ni tendencias y los artistas no podían copiarse entre sí. Se hablaba del arte puro, sin mezclas, cuenta la investigadora y curadora María Elena Ramos mientras supervisa el montaje de Contamina dos, una exposición colectiva en la que 15 artistas ponen el acento en la creación como un proceso híbrido, en el cual se cruzan lenguajes, generaciones, discursos y medios. Una obra de Luis Molina Pantin recibe a los visitantes de la Sala Mendoza. Del uno al cien combina un teléfono ce lular con una serie fotográfica basada en números que fueron captados en distintas situaciones: la portada de una revista, la marquesina de un local comercial, un ascensor... El artista concibió el proyecto para ser difundido a través de Twitter. Allí publicaba un par de fotos diarias, hasta completar la centena, durante dos meses. Es la primera vez que exhibe es tas imágenes captadas con un móvil que no son reconocidas en el mundo del arte ampliadas e impresas en papel fotográfico. Estamos rodeados de números, dice. En la misma sala, Magdale na Fernández exhibe la serie Apuntes, cuatro videos que re toman obras de otros artistas como Torres García y Hélio Oiticica. Son una especie de notas de trabajo para hablar de movimiento en las piezas de estos creadores. La joven artista KrusJham presenta dos series basadas en su propio cuerpo. Desde niña...

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