¡Hola, Leopoldo!

Estoy muy pendiente de las noticias que tienen que ver contigo. Particularmente aquellas que se refieren a la batalla por ejercer el derecho de ser elegido y de ejercer el cargo que te ofrezcan los votantes. Está claro que hay algo injusto, revanchista y artero, en la manera como el Gobierno y sus amalgamados componentes han afrontado su necesidad de apartarte de la política nacional. Afortunadamente, hasta el momento, sólo han recurrido a la acusación falsa, la descalificación, el insulto y al desgaste energético y económico de tu parte, al hacer creer que participan en los debates legales de buena fe. Que eso no iba a ser así, era ob vio. Todos lo sabíamos, pero las batallas hay que darlas, ya que perder alguna, no es perder la guerra. Además, si el muy poderoso, taimado y traicionero contrario acude al campo de batalla, es un triunfo. La pelea jurídica y moral, como en este caso, desnuda a los contrincantes y se les ve el plumero, como decimos en criollo. El cinismo, la sorna y la sordidez de los argumentos esgrimidos por los jueces supremos, contrasta con el denuedo, la serenidad, la paciencia y la determinación que has mostrado. Algunas bondades tendrá que traer esta última parrafada legal que acepta que no acepta lo que de entrada tenían que aceptar. Que demuestra, una vez más, la plena vigencia de Cantinflas como espejo del estro latinoamericano y el inmenso valor del lenguaje castellano reflejado en aquel viejo refrán: ¡Qué bien dijo aquel que dijo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR