El Holocausto dejó cicatrices que aún escuecen

Abundan libros, películas y canciones que son duros recordatorios de que una vez sucedió, pero parece que nunca serán suficientes los textos y los actos que no permitan que se olvide uno de los peores episodios de la humanidad: el Holocausto. Para evitar la posibilidad de que el infierno en la Tierra vuelva del terreno de las pesadillas al de la realidad, hace más de una década la Organización de las Naciones Unidas acordó en un foro que el 27 de enero sería el Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Se escogió esa fecha porque un día como ese, pero en 1945, el Ejército Soviético liberó el mayor campo de exterminio nazi, en AuschwitzBirkenau, Polonia. Ayer se cumplió otro aniver sario de la liberación, el número 67. Y en el mundo entero se celebraron diversas actividades para honrar a los 6 millones de judíos que fueron perseguidos y asesinados por el régimen nazi y sus colaboradores. En Venezuela, el Espacio Anna Frank, junto con la Asociación Cultural Humboldt y el Centro Cultural BOD-Corp Banca, organizó el programa In memoriam para conmemorar la fecha. Las actividades comenzarán mañana con el concierto Tres bosquejos de la vida judía, que incluye la interpretación de una pieza de Ernst Bloch en arreglo para chelo y piano, la oración Kaddish y dos melodías hebreas de Maurice Ravel. También se presentará un arreglo para piano y chelo del chelista invitado Germán Marcano y la composición Kol Nidrei de Max Bruch. Laura Silva estará a cargo del piano. El programa In memoriam se abrirá con unas palabras de...

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