Las huellas de Lorca en Granada

Por sorprendente que parezca, la ciudad de Lorca, Granada, la que amó y odió a partes iguales, carece de una ruta lorquiana diseñada para el turista, que no solo visita la capital por su más imponente monumento, la Alhambra, sino también para conocer de cerca a uno de los poetas más importantes en lengua castellana del siglo XX.Pese a que se trata de una ur be llena de hitos sobre el ilustre escritor granadino, es como si solo hubiese estado en su casa natal de Fuente Vaqueros, en la Huerta de San Vicente, o en su residencia de verano de Valderrubio.Pero no, basta con acudir a textos de expertos lorquianos como el hispanista Ian Gibson o a los de su propio hermano Francisco, para comprobar que en algunas calles o plazas de Granada, junto al sonido de las fuentes o los pájaros, también es posible escuchar al poeta en sus tardes de juego o en sus clases de piano con su maestro Antonio Segura Mesa.Infancia feliz. Lorca vino al mundo en Fuente Vaqueros, a unos 20 kilómetros de la capital granadina, un 5 de junio de 1898, pero desde 1906 hasta 1915 residió en el centro de la ciudad, en dos casas señoriales en la Acera del Darro, 44.Allí ahora se encuentra el hotel Montecarlo, un edificio de dos plantas con alegres ventanas que, aunque ha sufrido grandes cambios en el interior, sigue guardando en su exterior la estética de aquella época de juegos y risas del poeta con su hermana Isabel.Pero la fachada conserva algo más: la gran puerta de madera por la que la familia entraba y salía, y que ahora ha perdido su esplendor. Ya en el interior, tras abandonar el recibidor, es gra to ver cómo se ha conservado la escalinata y la cúpula.Eso sí, también se sabe que en este vestíbulo existía un aljibe que la familia usaba para guardar el agua que los aguadores le traían de la Fuente del Avellano. Así se lo cuenta a los turistas Antonio Bonilla, un guía granadino que, junto a otros compañeros, ha montado la única oferta en la ciudad para conocer algunas de las huellas de García Lorca www.descubriendogranada.com.En 1916 la familia se traslada a una vivienda en Puerta Real, centro neurálgico de la ciudad.Aunque ahora no hay rastro del edificio original, se sabe que las puertas de entrada eran de caoba y tenían dos llamadores con forma de monos, así que para llamar se debía golpear en el trasero a los simios.Entre tertulias. A escasos pa sos de Puerta Real, en la vecina plaza del Campillo, se encuen tra uno de los restaurantes más reconocidos de la...

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