La humanidad por venir

Ningún tercer o cuarto camino se halla en condiciones de revertir el actual estado de desigualdad existente en todo el mundo Gianni Vattimo ¡Proletarios de todos los países, uníos!, fue la consigna que Marx lanzó al viento desde la Primera Internacional. Requisitoria que cada día se renueva y actualiza mientras dure el arco de tiempo de esta extraña formación social, asociada a un modo extenso de producción y reproducción de la vida material y espiritual, que meta mor fosea todo lo que toca en valor y, de allí, en capital.Modo que en sus entrañas contiene el germen de su propia destrucción: la contradicción capital-trabajo, la concentración del capital versus la socialización de las fuerzas productivas, el dinero versus el valor, innovación versus obsolescencia de la mercancía y todas las contradicciones inherentes al mercado y la sustitución de la materialización del deseo por la forma abstracta del dinero. En este sentido, también entra en crisis su expresión cultural: la mo dernidad. Una formación social civilizatoria que nació y se mantiene en crisis, renovando su metabolismo interior.Los comunistas saben que no basta con las condiciones objetivas siempre presentes en la naturaleza misma del capitalismo. Hace falta el ejercicio de la voluntad en la construcción de una subjetividad política, para un mundo por ganar.A la Primera Internacional del emblemático ¡Proletarios de todos los países, uníos!, le sucedió la Segunda, convocada por Federico Engels. Luego de una profunda caracterización de las mutaciones del capitalismo y de sus actualizaciones, Lenin funda la Tercera Internacional, en el marco de la Pri mera Guerra Mundial y de un ruidoso debate que lo lleva a enfrentar por igual a las posiciones reformistas de la Segunda, con su libro La revolución proletaria, y a los ultraizquierdistas con La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo. El programa de la Tercera Internacional debe ser revisado de manera crítica. Si bien no se trata de reeditarlo de manera mecánica, allí hay pistas que pueden...

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