Imágenes diagnósticas

Érase una vez una época en la que la única manera de ver en el interior del cuerpo sin abrirlo era a través de una placa de rayos X. Una sombra modesta y austera, que no siempre mostraba todo lo que debía. Desde entonces es mucho lo que se ha avanzado para conseguir un diagnóstico certero a través de imágenes. "Una tomografía computarizada sigue el mismo principio de los rayos X, pero es mucho más sofisticada. Un equipo tradicional disparaba un rayo y listo; para una tomografía se usa un tubo de rayos X en un aparato con múltiples detectores, que gira a 360° para captar imágenes de muchos cortes. Esa información se combina y se reconstruye en una computadora", indica el médico radiólogo Iván Mata. "A medida que han aparecido nuevos equipos, la rotación de ese tubo a mayor velocidad se combina con el movimiento de la mesa en la que se acuesta el paciente: así podemos obtener imágenes tridimensionales. La captación de esas imágenes ahora es tan rápida que ya podemos fotografiar estructuras que antes no podíamos. Hasta hace un tiempo el corazón salía siempre movido, por razones obvias. Ahora podemos captarlo bien y detallar sus estructuras. Podemos hacer incluso endoscopias virtuales". Mata señala que por ser uno de los estudios más breves -por lo general dura pocos minutos- la tomografía se usa en emergencias para evaluar traumas o determinar si hay hemorragias durante un accidente cerebrovascular, así como para el diagnóstico y seguimiento de cáncer y el estudio de estructuras óseas. "Sin embargo, no es tan útil para ver partes blandas; en ese caso se indican otros estudios. Como cada examen tiene sus ventajas y limitaciones, el médico solicita uno u otro según lo que necesite evaluar", acota. Atracción reveladora. La resonancia magnética es otra exploración frecuente. "Se hace con un gran imán que interactúa con los átomos de hidrógeno que nos componen. Estamos hablando de aparatos que en potencia generan de 30.000 a 40.000 veces el campo magnético de la Tierra", señala Mata. "Esos átomos emiten una energía particular, que captamos con unas antenas especiales que ponemos sobre la zona a estudiar. Cada tejido tiene un comportamiento magnético distintivo: por eso es muy sencillo diferenciar en la imagen de una resonancia los pequeños tejidos según las células que lo forman", explica el experto. "Por ser la mejor forma de apreciar partes blandas y estructuras pequeñas, la resonancia es el mejor método para el estudio cerebral, la columna...

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