¿Incita usted al odio, presidente?

¿Son gobernables las complejidades sociopolíticas, económicas y tecnológicas del siglo XXI improvisando zaraban das de ministerios y viceministerios, planes y proyectos, misiones y grandes misiones, comunas, salas mayores, nuevos barrios, las tres I, las tres R y los cinco vértices, sistemas bolivarianos, comandos estratégicos, gobierno de calle, fondos de eficiencia, leyes habilitantes, guerra económica, órganos superiores, unidades de batalla, centros estratégicos y otras infantilidades? ¡No!, por la inexorable lógica de lo degenerativo socio-político, esa go bernanza degradada a juego de Monopolio ingresa en su recta final por la curva de la comicidad. Acaba de suceder con el novísimo Viceministerio de la Suprema Felicidad Social, una ridiculez de banana republic, 1 por decretar orwellianamente la felicidad y encargársela a una rama del Ejecutivo, y 2 por ordenarle a dicha rama producirla solo de los modelos suprema y social. Recordemos, sobre esto último, que eudai monía o felicidad connota un estado moral sólo predicable del individuo, mientras que su equivalente social así se estatuyó hace 24 siglos ya no puede llamarse felicidad sino a lo sumo omónoia o concordia ciudadana, concepto-madre de los ágape, fraternité y soli darnosc que vendrían.Pero suceden cosas más se rias. Entre 2004 y 2005 el núcleo duro del chavismo en la AN Maduro, Flores, Tascón, Vivas, Carreño, Varela y 12 más logró la aprobación de varios cambios en el Código Penal, encabezados por amorosos consideranda pro democracia y oficialmente destinados a incluir algunos delitos culposos genéricamente llamados imprudentes, pero esencialmente con la finalidad de demonizar y castigar la disidencia política, sus delitos de expresión y su terrorismo mediático. El nuevo articulado castiga con penas muy severas la instigación al odio entre venezolanos, la exposición al desprecio u odio público y el crear pánico art. 286, 297A, 297B y 444 más otras severísimas penas en el tenebroso art. 296A contra delitos de conspiración indefinidos, luego...

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