El inmenso jardín de la Exótica Flora Tropical

Apocos kilómetros de San Felipe, estado Yaracuy, y con un fresco y agradable clima, se encuentra uno de los parques naturales más exuberantes de Latinoamérica: el Parque de la Exótica Flora Tropical. Conocido por poseer más de 250 familias de plantas provenientes de lugares del mundo como la India, Colombia, Costa Rica, Cuba, Trinidad, Italia, Martinica, Jamaica, Malasia, Japón, Argentina, Brasil, entre otros, sus 10,5 hectáreas de extensión son un buen espacio para que muchas especies lo tomen como su hogar.La fauna se adueña del reco rrido de este gran jardín donde se pueden contemplar araguatos, mariposas, perezas, patos, chigüires y más de 80 clases de aves. Tal belleza natural que inspira a sus visitantes fue creada por el arquitecto paisajista y botánico francés Jean Phillie Tose, que reunió todas estas especies para convertir el lugar en uno de los jardines botánicos más grandes del mundo, con una colección incomparable de heliconias y otras flores tropicales.Durante el siglo XVIII se construyó una capilla dirigida por fray Joseph de Cádiz de la orden de los Hermanos Menores Capuchinos, y le dieron el nombre de Misión Nuestra Señora del Carmen. Años después, la capilla fue reconstruida bajo la dirección de la arquitecta Claudia Rodríguez, que conservó el diseño colonial.La casa se adorna con airosos corredores y patios cubiertos de frondosos árboles de varias especies. El techo de los salones está hecho de caña brava y tejas, y las paredes de adobe.La imagen de la Virgen del Carmen, llamada por los habitantes del lugar como La Única, deslumbra a quienes visitan la Misión.Lo que fuera capilla, ahora alberga cuatro restaurantes, un bar y un museo que recoge la historia que en el siglo XVIII vivieron religiosos, indígenas y demás habitantes de la zona.Atesoran en él colecciones de objetos religiosos y artículos de uso diario empleados por los monjes, monedas, mapas de la provincia de Venezuela, vasijas y adobes hechos por aborígenes.El recorrido. La frescura de los árboles, acompañada del canto de las aves y del olor a naturaleza, se captan a través de un trayecto de un poco más de 4 kilómetros, que se puede hacer caminando, en un vehículo eléctrico de batería o en un carruaje tirado por caballos que provienen de una finca ubicada...

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