Inquisición bolivariana

Hay palabras tan re-pulsivas y nauseabundas como la Inquisición, ella sola pinta el retablo de la ignominia cuando el autoritarismo y la intolerancia dominaron los caminos que conducen a la fe.En aquellos días la mentira se convirtió en moneda de cambio en recintos eclesiásticos que debían ser sagrados y los convirtió en cámaras de tortu ra y tribunales del horror, sostenidos con la adoración del poder. La Inquisición durante siglos fue sinónimo de vergüenza para la Iglesia católica, llegando a extremos como el que un pontífice del siglo XX creara un Consejo de Sabios solo para demostrar la separación de los mandatos eclesiásticos y el abuso que hombres ambiciosos como Torquemada, que recurrían al terror y el miedo solo para beneficio de la terrible Sagrada Inquisición.En Venezuela, como recurso revolucionario, reeditamos los más tristes pasajes de la peor de las historias. Tribunales inquisitoriales para proteger y resguardar el poder de los capitostes, empezando por el primer magistrado y su entorno.Se refería Voltaire a que: Los hombres solo delinquen cuando perturban a la sociedad; perturban a la sociedad tan pronto caen en las garras del fanatismo; en consecuencia, si los hombres quieren mere cer tolerancia deben empezar por no ser fanáticos; pero, lamentablemente, pareciera que es Emmanuel Kant quien da con la verdad en sus conclusiones del ensayo sobre la paz perpetua al señalar: ...Ostentar el poder corrompe inexorablemente el libre juicio de la razón. La triste realidad venezolana evidencia que una voluntad apoyada en su contrato social, aun al exhibir mayoría, es...

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