Sede de institución educativa es ahora refugio de damnificados

Los planes de crear un centro educativo en una edificación de El Junquito no se han concretado, y por lo pronto no se harán realidad. En los que podrían ser 10 salones de clases, ahora hay literas. Allí duermen 137 personas que quedaron damnificadas a consecuencia de las lluvias. Carlos Becerra, coordinador del refugio y enlace directo de la parroquia con el Gobierno del Distrito Capital, dice que los nuevos residentes de ese inmueble del sector El Tibrón llegaron el 26 de diciembre. Un vigilante les abrió las puertas de la edificación. No hubo forcejeos de cerraduras, aclara de inmediato. Instalaron los servicios porque el edificio no estaba terminado. Aún no hay una fecha concreta para que salgan. Quizás para finales de enero, momento cuando debe empezar el acondicionamiento para hacer una escuela. Pero la historia no es tan sim ple. Para ese edificio se han pensado muchos proyectos. Hace tres años, la Asociación de Ayuda al Niño Quemado, Asocirpla, comenzó un plan para ofrecer un centro vocacional a los estudiantes que se graduaban de la Escuela Hogar Luisa Amalia Vegas de Vegas. En el edificio de El Tibrón funcionaría una especie de taller, en el que los niños con quemaduras graves aprenderían oficios específicos. Gustavo Torres, presidente de la organización, dice que esa propuesta no pudo desarrollarse porque los expertos recomendaron integrar a los muchachos en los hogares. Entonces, recurrieron a Fe y Alegría. Asocirpla recomendó que se cedieran los espacios a la organización educativa. Julio Jiménez, director de Educación Superior de Fe y Alegría, asegura que en la edificación se tenía planificada la creación de un centro universitario para capacitar a docentes en...

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