Invasiones sacaron a la calle a Guaicoco

Las invasiones mantienen a los vecinos del sector Guaicoco de Filas de Mariche, en el municipio Sucre, con los ojos abiertos. La ocupación ilegal de tres terrenos en las urbanizaciones Las Antenas y Las Marías ocasionó el descontento de la comunidad que ayer, a las 4:00 am, decidió cerrar los accesos de la carretera Petare-Santa Lucía. Carlos Briceño, vecino, aseguró que salió empujado por la sensación de desamparo. "Tuvimos que organizarnos, pues no contábamos con resguardo. Las invasiones ya tienen casi una semana y nadie había reaccionado. Con la protesta logramos atraer a los cuerpos de seguridad para que detuvieran esta situación" Aunque la Guardia Nacional expulsó a los invasores, los vecinos de Guaicoco se mantienen alerta. Luis Almonacid, residente del sector, comentó que se valen de una red de comunicación para atacar tomas. "Si uno no se pronuncia y sale con contundencia, nos ignoran", detalló. Un campamento militar también estuvo ayer en la Zona Industrial Este de Mariche para custodiar la protesta de vecinos ante las ocupaciones ilegales. César Moncada, vocero de los tomistas, indicó que algunas familias decidieron desalojar el sitio intervenido el sábado, mientras otras permanecen en carpas.

Organizados. En el municipio Sucre fueron invadidas 18 áreas este año, según la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos. Roberto Orta, presidente de Apiur, considera que las ocupaciones ilegales obedecen a motivos lucrativos o políticos. "Tenemos grupos que se dedican a invadir para luego cobrar por traspasos. Un lote de tierras puede costar entre 5.000 y 20.000 bolívares, pero en el caso de apartamentos la cifra se eleva a 50.000 o 200.000 bolívares. Por otra parte, tenemos el doble discurso del Ejecutivo nacional que no termina de rechazar estas acciones, inclusive se observa que algunos funcionarios las fomentan", dijo. Las invasiones en Guaicoco fueron organizadas. Joanna España, ocupante ilegal, aseguró que más de 300 familias que residen en la comunidad carecen de vivienda propia. "La mayoría somos de aquí, aunque otros vienen de Petare. Vimos estos lugares abandonados y decidimos meternos.

Estamos bien organizados, tenemos un censo en el cual están los casos de cada uno y enumeramos los terrenos que íbamos a tomar", dijo. El resguardo de los terrenos se hizo montado en motocicletas. Los líderes de la ocupación ilegal merodearon durante días las áreas que consideraban baldías. Una oleada de familias, luego, se repartió y...

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