El irrespeto a la vida de los diplomáticos

La Convención de Viena obliga a los Estados a brindarle protección al cuerpo diplomático, al igual que a sus familiares. Pero, a pesar de ello, ni siquiera la muerte de Karen Berendique, hija del cónsul de Chile en Maracaibo, que se desplazaba en un vehiculo con una calcomanía diplomática, ha hecho que la Cancillería se responsabilice por los gravísimos incumplimientos de sus obligaciones internacionales. La inseguridad en el país es ge neral y lógicamente afecta también a los diplomáticos. Pero lo vergonzoso es la indiferencia de las altas autoridades que deben responder por su incapacidad de cumplir con sus compromisos internacionales. La mayoría de los diplomáticos no denuncian el drama que viven diariamente y que los obliga a blindar sus vehículos o contratar guardaespaldas para su protección, porque el Gobierno ha sido incapaz de cuidarlos. Ha sido imposible esconder algunos casos, como el secuestro del embajador de México, del cónsul de Chile en Caracas, o las denuncias que se filtraron de funcionarios internacionales del Reino Unido, Alemania, Grecia, Vietnam, Arabia Saudita y hasta Taiwán antes de cerrar su oficina de asuntos consulares y comerciales por el atropello sufrido Âpor no mencionar sino algunos de los casosÂ. El diputado Jorge Tarud, del Par tido por la Democracia de Chile, se refirió a la muerte de Karen Berendique, en su condición de miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, para exigir explicaciones: Le hago un llamado al Gobierno de...

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