Jackson Melián pasó del limbo al cielo

Jackson Melián estaba en su casa hace un mes. Su nombre apareció en la lista de peloteros dejados en libertad antes del actual campeonato y no había equipos interesados en darle una oportunidad a quien alguna vez fuera el mejor bono del beisbol venezolano y uno de los ídolos de la afición caraquista. Aparentemente estaba en una onda de que nada le importaba, terció Rubén Mijares, el gerente general de los Bravos, la escuadra que puso al patrullero en la lista de despedidos. Esa decisión no fue tomada al azar. No terminó en buena onda el torneo pa sado. Ni siquiera se presentó a los últimos dos juegos en el Universitario. Para fortuna de Melián, su hogar y su vida están en Mar garita, donde también juegan los Bravos. Y cuando vimos que nadie lo buscaba, el gerente deportivo Iván Arteaga lo invitó a la oficina, recordó Mijares. Le dijo que pensaba que podía ayudarnos, que iba a jugar en su casa, donde están su esposa, sus hijos, sus negocios, todo. Y él aceptó. Allí comenzó la historia que ayer tuvo un punto alto, cuando 28 de los...

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