Decisión de Tribunal Primero de Primera Instancia en funciones de Control de Merida (Extensión Mérida), de 11 de Enero de 2010

Fecha de Resolución11 de Enero de 2010
EmisorTribunal Primero de Primera Instancia en funciones de Control
PonenteGladys González
ProcedimientoAuto Fundado

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL

Tribunal Penal de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Mérida

Mérida, 11 de Enero de 2010

199º y 150º

ASUNTO PRINCIPAL : LP01-P-2010-000003

ASUNTO : LP01-P-2010-000003

AUTO FUNDAMENTANDO LA CALIFICACION DE FLAGRANCIA

Corresponde a este Tribunal Primero de Primera Instancia en funciones de Control Nº 01, del Circuito Judicial Penal del Estado Mérida, en el presente auto fundamentar las resoluciones dictadas oralmente en la audiencia de calificación de flagrancia celebrada el día cuatro del mes de enero del año dos mil diez (04-01-2010), a petición de la Fiscalía Tercera del Ministerio Público del Estado Mérida de conformidad con lo establecido en los artículos 173, 192 y 373 del Código Orgánico Procesal Penal, para resolver sobre lo pedido, hace las siguientes consideraciones:

DE LA APREHENSIÓN EN FLAGRANCIA Y OTROS PEDIMENTOS

Mediante escrito cursante en autos, ratificado en la audiencia de presentación de imputados, el representante de la Fiscalía Tercera del Ministerio Público, solicitó: 1.- Se decrete la aprehensión en flagrancia del ciudadano J.A. MURILLO ORTIZ venezolano, natural del San Cristóbal, mayor de edad, de 34 años de edad, nacido en fecha 22-10-1975, soltero, ocupación u oficio comerciante, titular de la cédula de identidad N° 12.974.529, hijo de J.M. y A.I.O., residenciado en: Los Curos parte alta vereda 35 casa Nº 06, teléfono 0424-7580808. de conformidad con lo establecido en el artículo 248 del Código Orgánico Procesal Penal. 2.- La aplicación del procedimiento Abreviado, de conformidad con lo previsto en el artículo 372 eiusdem. 3.- Se imponga al investigado medida cautelar sustitutiva de libertad consistente en presentaciones periódicas cada treinta (30) días ante la Oficina del Cuerpo de Alguacilazgo de éste Circuito Judicial Penal de conformidad con lo establecido en el artículo 256.3 del Código Orgánico Procesal Penal. 4. Se le escuche al imputado y se le imponga del Precepto constitucional establecido en el artículo 49.5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela si así lo manifestare hacer. Y consigno constante de quince (15) folios actuaciones fiscales y la ciudadana Juez ordenó su incorporación a la causa.

MOTIVACIÓN

A los fines de determinar si cualquier sujeto es aprehendido en situación de flagrancia, es necesario tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

El articulo 373 del Código Orgánico Procesal Penal, señala que una vez aprehendido un sujeto, debe ser puesto a la orden del Ministerio Publico dentro de las doce horas siguientes a la detención, para que éste a su vez lo presente, dentro de las treinta y seis horas ante un Juez de Control, todo ello con el fin de exponerle como se produjo la aprehensión y según sea el caso, solicitará la aplicación del procedimiento ordinario o abreviado, y la imposición de una medida de coerción personal o solicitará la libertad del aprehendido.

Si bien es cierto, cuando se trata de casos de flagrancia no es necesario realizar una investigación previa, y el delincuente puede ser detenido, sin el cumplimiento de las formalidades legales ordinarias que regulan la detención es decir previa la existencia de una orden judicial, si no que basta que sea sorprendido in fraganti o que sea reputado como flagrante el delito que se la imputa, según se interpreta del artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; no es menos cierto, que el Juez de Control al momento de la calificar el delito como flagrante o no, debe apreciar los hechos de acuerdo a los elementos presentados, analizando las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que ocurrieron; es decir, lo esencial en estos casos es precisar no sólo el resultado, sino la forma como se produjo la acción y detención del presunto trasgresor, naturalmente sin perjuicio de determinar posteriormente la presencia de otros elementos tendentes a demostrar una posible responsabilidad penal o no del imputado, lo cual no es objeto de análisis en esta etapa del proceso; pues, el procedimiento establecido en los artículos 248 y 373 del Código Orgánico Procesal Penal, se refiere únicamente a calificar si el hecho delictual presentado por el Ministerio Público constituye flagrancia o no y si es aplicable el procedimiento abreviado u ordinario, debido al carácter excepcional de esta forma de inicio procesal, además de ello debe el juez de control velar por el cumplimiento de las garantías debido proceso, contemplado en el artículo 1º del Código Orgánico Procesal Penal y el articulo 49 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela.

A los fines de determinar si el imputado fue aprehendido en situación de flagrancia, es necesario tomar en cuenta las siguientes disposiciones:

El artículo 44, numeral 1º, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece lo siguiente:

Artículo 44 numeral 1º La libertad personal es inviolable, en consecuencia: … 1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso será llevada ante una autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del momento de la detención...”.

En el artículo 248, del Capitulo II titulado de la Aprehensión por flagrancia, Titulo VIII, Libro Primero del Código Orgánico Procesal Penal, se establece lo siguiente:

Articulo 248. Para los efectos de este Capítulo se tendrá como delito flagrante el que se esté cometiendo o el que acaba de cometerse. También se tendrá como delito flagrante aquel por el cual el sospechoso o sospechosa se vea perseguido o perseguida por la autoridad policial, por la víctima o por el clamor público, o en el que se le sorprenda a poco de haberse cometido el hecho, en el mismo lugar o cerca del lugar donde se cometió, con armas, instrumentos u otros objetos que de alguna manera hagan presumir con fundamento que él o ella es el autor o autora...

“El concepto de flagrancia en nuestra doctrina y jurisprudencia penal tradicionalmente se ha limitado a la captura inmediata; es decir, a la aprehensión del autor del delito en el lugar de los hechos a poco de haberse cometido el delito. Esta conceptualización de la flagrancia parte de una separación entre la detención y el delito que no es exacta; confundiendo por un lado, dos figuras que si bien están relacionadas, son disímiles; además, se ha hecho énfasis en la aprehensión del sujeto cuando lo importante es la comisión del delito. Se refiere la Sala a la diferencia existente entre el delito flagrante y la aprehensión in fraganti; y a la concepción del delito flagrante como un estado probatorio. En efecto, la doctrina patria autorizada más actualizada, con ocasión a lo preceptuado en el artículo 44.1 de la Constitución y en el artículo 248 del Código Orgánico Procesal Penal, distingue entre ambas figuras. El delito flagrante, según lo señalado en los artículos 248 y 372.1 del Código Orgánico Procesal Penal, constituye un estado probatorio cuyos efectos jurídicos son: a) que tanto las autoridades como los particulares pueden detener al autor del delito sin auto de inicio de investigación ni orden judicial, y, b) el juzgamiento del delito mediante la alternativa de un procedimiento abreviado. Mientras que la detención in fraganti, vista la literalidad del artículo 44.1 constitucional, se refiere, sin desvincularlo del tema de la prueba, a la sola aprehensión del individuo (vid. J.E.C.R., El delito flagrante como un estado probatorio, en Revista de Derecho Probatorio, Nº 14, Ediciones Homero, Caracas, 2006, pp. 9-105). Según esta concepción, el delito flagrante “es aquel de acción pública que se comete o se acaba de cometer, y es presenciado por alguien que sirve de prueba del delito y de su autor” (vid. op. cit. p. 33). De manera que “la flagrancia del delito viene dada por la prueba inmediata y directa que emana del o de los medios de prueba que se presionaron con la totalidad de la acción delictiva” (vid. op. cit. p. 11) producto de la observación por alguien de la perpetración del delito, sea o no éste observador la víctima; y si hay detención del delincuente, que el observador presencial declare en la investigación a objeto de llevar al Juez a la convicción de la detención del sospechoso. Por tanto, sólo si se aprehende el hecho criminoso como un todo (delito-autor) y esa apreciación es llevada al proceso, se producen los efectos de la flagrancia; lo cual quiere decir que, entre el delito flagrante y la detención in fraganti existe una relación causa y efecto: la detención in fraganti únicamente es posible si ha habido delito flagrante; pero sin la detención in fraganti puede aún existir un delito flagrante. Lo importante a destacar es que la concepción de la flagrancia como un estado probatorio hace que el delito y la prueba sean indivisibles. Sin las pruebas no solo no hay flagrancia sino que la detención de alguien sin orden judicial no es legítima. O como lo refiere el autor glosado: “El delito flagrante implica inmediatez en la aprehensión de los hechos por los medios de prueba que los trasladarán al proceso, y esa condición de flagrante, producto del citado estado probatorio, no está unida a que se detenga o no se detenga al delincuente, o a que se comience al instante a perseguirlo. Lo importante es que cuando éste se identifica y captura, después de ocurridos los hechos, puede ser enjuiciado por el procedimiento abreviado, como delito flagrante” (vid. op. cit. p. 39). La detención in fraganti, por su parte, está referida o bien a la detención de la persona en el sitio de los hechos a poco de haberse cometido, lo cual es la ejemplificación más clásica de la flagrancia, o bien a la aprehensión del sospechoso a poco de haberse cometido el hecho en el mismo lugar, o cerca del lugar donde se cometió, con armas, instrumentos u otros objetos que de alguna manera hagan presumir con fundamento que él es el autor, es decir, lo que la doctrina impropiamente denomina la cuasi-flagrancia. El estado de flagrancia que supone esta institución se refiere a sospechas fundadas que permiten, a los efectos de la detención in fraganti, la equiparación del sospechoso con el autor del delito, pues tales sospechas producen una verosimilitud tal de la autoría del delito por parte del aprehendido que puede confundirse con la evidencia misma. Sin embargo, la valoración subjetiva que constituye la “sospecha” del detenido como autor del delito queda restringida y limitada por el dicho observador (sea o no la víctima) y por el cúmulo probatorio que respalde esa declaración del aprehensor. Si la prueba existe se procede a la detención inmediata. Respecto a esta figura la Sala señaló, en su fallo Nº 2580/2001 de fecha 11 del mes de Diciembre del año 2001, lo siguiente: “En este caso, la determinación de la flagrancia no está relacionada con el momento inmediato posterior a la realización del delito, es decir, la flagrancia no se determina porque el delito ‘acaba de cometerse’, como sucede con la situación descrita en el punto 2 [se refiere al delito flagrante propiamente dicho]. Esta situación no se refiere a una inmediatez en el tiempo entre el delito y la verificación del sospechoso, sino que puede que el delito no se haya acabado de cometer, en términos literales, pero que por las circunstancias que rodean al sospechoso, el cual se encuentra en el lugar o cerca del lugar donde se verificó el delito, y, esencialmente, por las armas, instrumentos u otros objetos materiales que visiblemente posee, es que el aprehensor puede establecer una relación perfecta entre el sospechoso y el delito cometido” (corchetes añadidos). Aunque distinguible del delito flagrante, la aprehensión o detención in fraganti también forma parte del estado probatorio de la flagrancia, al punto de que es necesario que exista una vinculación entre el cúmulo probatorio que conforma la sospecha con el delito cometido. Es decir, que exista la comisión de un delito y que alguien en el sitio de los hechos probatoriamente pueda ser conectado con él. Ahora bien, sea delito flagrante o sea aprehensión in fraganti es al Juez a quien le corresponde juzgar la flagrancia. Para tal fin, el Juez debe determinar tres parámetros: a) que hubo un delito flagrante; b) que se trata de un delito de acción pública; y c) que hubo una aprehensión in fraganti, por lo que es necesario que existan elementos probatorios que hagan verosímil la existencia de estos parámetros. Luego, toda la problemática de la flagrancia gira alrededor de una decisión que la reconozca y, por ende, de las pruebas que la sustenten (vid. op. cit. pp. 98 y 100).”

Según la doctrina patria más calificada, el delito flagrante es aquel que se estuviere cometiendo o acabare de cometerse cuando el delincuente o delincuentes sean sorprendidos en plena comisión de un delito de acción pública, por ende, el delito flagrante es aquel que no necesita pruebas dado su evidencia. De ahí que, según su etimología, el delito flagrante es el que “arde o resplandece” de manera que haga necesaria la intervención inmediata de la policía o de cualquier particular para aprehender al sospechoso y hacer cesar los efectos del delito. Siendo oportuno citar la sentencia Nº 2580 proferida por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado Dr. J.E.C.R., en la cual se expuso: “Así pues, puede establecerse que la determinación de la flagrancia de u n determinado delito, puede resultar cuando a pocos minutos de haberse cometido el mismo, se sorprende al imputado con objetos que puedan ser fácilmente asociados con el delito cometido. En tal sentido, para que proceda la calificación de flagrancia en los términos antes expuestos es necesario que se den los siguientes elementos: 1. Que el aprehensor haya presenciado o conozca de la perpetración de un delito, pero que no haya determinado en forma inmediata al imputado. 2. Que pasado un tiempo prudencial de ocurrido el hecho, se asocie a un individuo con objetos que puedan fácilmente relacionarse en forma directa con el delito perpetrado. 3. Que los objetos se encuentren en forma visible en poder del sospechoso. Es decir, es necesario que exista una fácil conexión entre dichos objetos o instrumentos que posea el imputado, con el tipo de delito acaecido minutos o segundos antes de definida la conexión que incrimine al imputado”. La flagrancia debe bastarse así mismo en forma clara e inequívoca, para lo cual es impretermitible la comprobación de los elementos siguientes: 1. Actualidad del hecho y su observación por parte de terceras personas; 2.- El carácter delictivo del hecho; y 3.- La individualización del autor o partícipe. Pero también, ocurre tal, cuando la persona incriminada es sorprendida a poco del hecho en poder de efectos del delito, que aunados a otros elementos permitan individualizar su autoría o participación delictiva

Se requiere entonces, para que se establezca la flagrancia, los siguientes requisitos: 1.- La Inmediatez temporal; que se esté cometiendo el delito o que se haya cometido instantes antes. 2.- Inmediatez personal; que el delincuente se encuentre en el lugar del hecho con objetos e instrumentos que constituya prueba de su participación; y 3.- La necesidad urgente que justifique que los funcionarios actuantes o los terceros se vean obligados a intervenir para detener a los autores y las evidencias. En este orden de ideas, resulta oportuno citar la sentencia Nº 076, de fecha 22-02-2002, proferida por la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado Dr. A.A.F., en la cual se expuso que la naturaleza jurídica del delito flagrante, presupone “…la notoriedad de los hechos y la indubitable individualización del imputado”.

Los hechos que dieron lugar a la aprehensión constan en el acta policial signada sin numero de fecha 02-01-2010, suscrita por los funcionarios policiales CABO PRIMERO (PM) Nº 173 H.R., CABO PRIMERO (PM) Nº 176 R.Z., adscritos a la Sub. Comisaría Policial N° 25 J.J Osuna Rodríguez, de la siguiente manera: “En esta misma fecha siendo aproximadamente las una treinta minutos de la madrugada, encontrándonos en labores de patrullaje en la Unidad P-296 por el sector de Los Curos, cuando recibimos un reporte vía radio del oficial de día de la U.P.V J.J. Osuna Rodríguez, quien informó que en el sector de la parte alta de Los Curos Vereda 35 se estaba presentando una Violencia de Genero, nos trasladamos al sitio para verificar la situación, al llegar al lugar observamos un ciudadano quien vestía pantalón negro y franela de color negro, el mismo se encontraba golpeando una puerta de una residencia signada con el N° 6, solicitando la comisión policial al ciudadano que por favor se tranquilizara y se retirara del lugar, observando que el ciudadano presentaba un fuerte hematoma a nivel del rostro; el mismo comenzó a gritar palabras obscenas en contra de la comisión policial y el mismo se lanzo contra el Cabo Primero (PM) N° 176 R.Z., golpeándolo fuertemente con un puntapié a nivel de la rodilla derecha y de igual manera lo golpeo con su mano a nivel de los labios, sin importar la investidura de la autoridad policial, en vista de la situación el Cabo Primero (PM) N° 173 H.R., se vio en la imperiosa necesidad de hacer uso de la fuerza física proporcional a la del ciudadano porque se encontraba muy violento y agresivo, logrando neutralizarlo, quedando identificado como MURILLO O.J.A., titular de la Cédula de Identidad N° y- 12.974529, de 35 años de edad, fecha de nacimiento 22/10/75, Estado civil soltero, Profesión comerciante, Residenciado en la parte Alta de los Curos Vereda 35 Casa N° 6 , Quien se encontraba presuntamente bajo los efectos del alcohol, posteriormente Cabo Primero (PM) N° 176 R.Z., amparado en el articulo 205 del COPP, le pregunto al ciudadano Murillo Joaquin que si ocultaba entre sus ropas, pertenencias o adheridos a su cuerpo, algún objeto que lo relacionara con la comisión de un hecho punible, que lo manifestara y lo exhibiera, no contesto nada, procediendo a realizarle la inspección personal al ciudadano no encontrándole ningún objeto, consecutivamente el Cabo Primero (PM) N° 173 H.R., le informo al ciudadano de sus derechos como imputado y la causa de su aprehensión, según el articulo 125 del COPP, siendo la una horas y cuarenta minutos de la madrugada, notificándole vía telefónica a la Abogada M.P.F.A.T. delM.P., indicando que se realizaran las actuaciones policiales correspondientes y se remitiera junto con el ciudadano imputado hasta el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas Sub. Delegación Mérida. se deja constancia que no se logro localizar testigos en el procedimiento debido a la hora y el lugar ya que las personas que se encontraban en el sitio eran familiares del ciudadano y se negaron rotundamente a ser testigos del hecho. Igualmente se hace constar que e) Cabo Primero (PM) N° 176 R.Z., fue trasladado al Ambulatorio U. deL.C., donde fue revisado por la Doctora Rodó Contreras 58598, quien le diagnóstico traumatismo, herida en labio superior y traumatismo en rodilla derecha, así mismo el ciudadano imputado fue revisado por la misma doctora, quien le diagnóstico traumatismo y escoriación en región frontal derecha con edema y hematoma en hemicara izquierda. Es todo.”

De la revisión de las actuaciones, consta: 1.- ACTA POLICIAL, signada sin numero de fecha 02-01-2010 (folio 8) en la cual, se acredita que la aprehensión del ciudadano, MURILLO O.J.A. identificado ut supra. 2.- ACTA DE INVESTIGACION POLICIAL, signada sin número de fecha 03-01-2010 (folio 13) 3.-. EXPERTICIA TOXICOLOGICA IN VIVO, Nº 900-067-0012, de fecha 03-01-2010 (folio 19) 4.- INSPECCION TECNICA Nº 0007, de fecha 02-01-2010. 5.- RECONOCIMIENTO MEDICO LEGAL MEDIFOR Nº 9700-154-0003, de fecha 02-01-2010. 6.- RECONOCIMIENTO MEDICO LEGAL MEDIFOR Nº 9700-154-0003 de fecha 02-01-2010 7.- ACTA DE INVESTIGACION PENAL, signada sin número de fecha 02-01-2010.

De los hechos y de los elementos de convicción debidamente concordados permiten a este Juzgador no tener por cierta la aprehensión flagrante del imputado de autos. Por ende, lo procedente es, no declarar con lugar la aprehensión en situación de flagrancia del ciudadano J.A. MURILLO ORTIZ, identificado ut supra., por considerar que no se encuentran llenos los extremos requeridos en el articulo 248 del Código Orgánico Procesal Penal en concordancia con el articulo 44 numeral 1 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela. Y así se declara.

De todos los anteriores elementos de convicción presentados por el Ministerio Público, el Tribunal considera que el ciudadano J.A. MURILLO ORTIZ, identificado ut supra, no fue aprehendido en situación de flagrancia por considerarse que no se llenaron los extremos del articulo 248 del Código Orgánico Procesal Penal en concordancia con el articulo 44 numeral 1º de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, por la presunta comisión de los delitos de Resistencia a la Autoridad y Lesiones Intencionales Leves, tipificadas en el artículo 218 primer aparte y 216 , respectivamente del Código Penal Venezolano Así se declara.

PRECALIFICACION JURIDICA

Una vez aun no decretada la aprehensión en situación de flagrancia del ciudadano J.A. MURILLO ORTIZ, identificado ut supra, es necesario establecer que tipo penal subsume la acción delictiva realizada por el imputado, y se comparte parcialmente la precalificación jurídica de los hechos realizada por la representación del Ministerio Publico subsumiendo los hechos en el delito de Lesiones Intencionales Leves, tipificadas en el artículo 416, del Código Penal Venezolano, subsanando en este momento la omisión en el acta de la audiencia de calificación de la flagrancia sobre la precalificación que este Juzgador da a los hechos y el numero correcto del articulo señalado. Así se declara.

DEL PROCEDIMIENTO A SEGUIR

Habida cuenta de lo determinado en relación al procedimiento a seguir, considera quien aquí decide acordar la solicitud del representante del Ministerio Publico sobre la aplicación del PROCEDIMIENTO ABREVIADO, en atención a que el Código Orgánico Procesal Penal establece tal posibilidad, conforme a los artículos 372 y 373 del Código Orgánico Procesal Penal, debiendo remitirse la presente causa en su oportunidad legal a la Fiscalía Tercera del Ministerio Público del Estado Mérida. Subsanando por este auto la omisión en el acta de la audiencia de presentación de imputados sobre la mención del procedimiento a seguir en la presente causa de conformidad con lo establecido en el articulo 192 del Código Orgánico Procesal Penal. Así se declara.

DE LA MEDIDA DE COERCION PERSONAL.

En cuanto a la medida de coerción personal solicitada por la representante de la Fiscalía Tercera del Ministerio Publico, por cuanto los delito acreditados los delitos de Resistencia a la Autoridad y Lesiones Intencionales Leves, tipificadas en el artículo 218 primer aparte y 216, respectivamente del Código Penal Venezolano, merecen una pena la cual permite y hace procedente a la luz de los principios de presunción de inocencia, de afirmación de libertad y del principio de proporcionalidad, contemplados en los artículos 8 y 9 de nuestra Carta Magna, decretar una medida cautelar sustitutiva a la privación judicial preventiva de libertad, como el imputado de autos tiene buena conducta predelictual, aunado a ello la detención del ciudadano imputados en autos no fue flagrante además de haber una duda razonable sobre la naturaleza del hecho denunciado por lo tanto se decreta la libertad plena del ciudadano J.A. MURILLO ORTIZ, identificado ut supra. Así se declara.

DECISIÓN

ESTE TRIBUNAL PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES DE CONTROL Nº 01 DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO MÉRIDA, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA Y POR AUTORIDAD QUE LE CONFIERE LA LEY, hace los siguientes pronunciamientos: PRIMERO: No se declara con lugar la aprehensión en situación de flagrancia del ciudadano J.A. MURILLO ORTIZ, identificado ut supra, por considerar que no se encuentran llenos los extremos exigidos de artículo 248 del Código Orgánico Procesal Penal en concordancia con el artículo 44.1 del la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. SEGUNDO: Se comparte parcialmente la precalificación jurídica dada por el Ministerio Público, subsumiendo los hechos en el delito de lesiones Intencionales Leves, tipificadas en el artículo 416 del Código Penal Venezolano. TERCERO: Se acuerda la aplicación del procedimiento ABREVIADO, de conformidad con los artículos 372 y 373 del Código Orgánico Procesal Penal, y se ordena una vez firme la presente decisión la remisión de las actuaciones Al tribunal de Juicio que le corresponda conocer por distribución. TERCERO: Se decreta la libertad plena del ciudadano J.A. MURILLO ORTIZ identificado ut supra, y en consecuencia líbrese la correspondiente boleta de libertad. Se deja expresa constancia que este tribunal en la presente audiencia respeto todos los derechos y garantías constitucionales, así como los tratados, acuerdos y convenios internacionales suscritos por la Republica Bolivariana de Venezuela en materia de los derechos humanos y otros a favor de los imputados, la defensa y el Ministerio Público. Quedando las partes en audiencia notificadas de la presente decisión, de conformidad con lo establecido en el artículo 175 del Código Orgánico Procesal penal, la cual se fundamentó por auto separado de conformidad con lo estatuido en el artículo 173 del Código Orgánico Procesal Penal. Así se declara. Cúmplase. Regístrese, publíquese, déjese constancia en el Libro Diario de la presente decisión y notifíquese a las partes.

EL JUEZ EN FUNCIONES DE CONTROL N° 01

ABG. G.J.G.

EL SECRETARIO

ABG. ______________________________

En fecha________se libro boleta de notificación Nº_____________. Conste.

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