A Jorge Amado se le lee en las pantallas grande y pequeña

La preocupación de Jorge Amado por retratar al pueblo brasileño en sus narraciones caló de tal manera entre los lectores de su país que a partir de los años cincuenta el autor nacido el 10 de agosto de 1912 se convirtió en el escritor central de su tradición, incluso a pesar de que sus libros estaban prohibidos por el régimen dictatorial que se mantuvo en el poder durante gran parte del siglo XX. Aquello que convirtió las le tras de Amado durante tantos años en un producto exclusivo para exportación fue que la solidez de sus personajes permitió construir la identidad brasileña desde sus representantes más diversos. Gabriela, la mestiza harapienta que intentó infructuosamente formar parte de la burguesía bahiana; Tieta, que después de 25 años volvió rica a demostrar lo pobres de espíritu que eran los habitantes del pueblo de donde salió humillada, cuando su padre descubrió que había perdido la virgi nidad; y doña Flor, que se debate entre dos maridos: el de la rutina y el de la sensualidad. Todas son representaciones de la frustraciones de la gente que da vida a la tierra exótica del candomblé, el bossa nova y el fútbol. Estas mujeres, como el resto de los personajes de Amado, saltaron de los libros al celuloide. Y, cuando la red Globo comenzó a producir las telenovelas que se ubicaron a la vanguardia de los productos culturales en las décadas de los ochenta y noventa, recurrieron a estas historias para construir piezas capaces de hablarle al pueblo brasileño de sus problemas. La primera versión fílmica de una obra de Amado, Terra violenta, data de 1948, cuan do Paulo Machado y Edmond F. Bernoudy adaptaron la novela Tierras del sin fin, publicada cinco años antes. Al año siguiente, el realizador José Leitao de Barros encabezó el proyecto ABC de Castro Alves, coproducción entre Brasil y Portugal que se basó en la novela biográfica homónima y en la que el actor Paulo Mauricio encarnó al poeta romántico brasileño. En 1971 se rodó la pri mera película estadounidense inspirada en una obra de Amado, cuando el director Hall Bartlett reunió a Kent La ne y Tisha Sterling como una pareja de pillos...

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