Jueces asesinos

Desde el amanecer de las culturas los códigos legales han sido el muro que ha impedi do la autodestrucción del hombre y su civilización.En Mesopotamia los códi gos de Hammurabi protegieron la cultura caldeo asiria con sus leyes. Grecia sembró el sentido de la justa justicia en la civilización occidental y vistió el poder del pueblo con democracia.Roma desarrolló la jurispru dencia en sus códigos, leyes que son ejemplo de justicia. A ellos recurrimos todavía hoy, como lo hiciera Bonaparte al considerar la creación de sus códigos: justicia, sin la guillotina, sin los odios sembrados por la erudición de Robespierre.Así lo hizo en su momento Moisés, cuando con dos tablas y diez mandamientos reunió y unifi có a su errante pueblo.Así se formaron las naciones de la modernidad, gracias a la observancia, respeto y obe diencia de las leyes.Fue nuestra pretensión co mo país, cuando forjamos en un proceso constituyente la redacción de una Constitución que hoy es violada permanente.Ley de leyes, traicionada por capitostes amparados en la mistifi cación de la mentira, y la trampa que en los rincones del Palacio de Justicia surge como una serpiente que salta lanzada por la ignorancia de un pueblo, que han corrompido arrinconándolo con la fusta del hambre y la miseria.Este mezclote, en el que la re volución bolivariana ha transformado a la sociedad venezolana, es la base sobre la que descansa la Constitución de la República. Dejó de ser la luz del pueblo o el faro de la patria, perdió su jerarquía y estatura hasta convertirse en una fi cción. Es el dictado del imperio de la injusticia. Es la...

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