Jueza humillada

El caso de la jueza María Lourdes Afiuni no deja de sorprender a la opinión pública: cada día le da a los venezolanos mayores argumentos para sentir una profunda indignación por la decisión del régimen militar de destruir la vida de Afiuni y su familia. La verdad es que con cada maldad que le hacen aumenta la indignación contra los esbirros y crece aún más la admiración hacia su valentía y dignidad de mujer.

Luego de innumerables pedimentos y súplicas, a la jueza Afiuni se le permitieron unos exámenes médicos indispensables para detectar el origen de los graves problemas de salud que viene padeciendo. Como es costumbre en este Gobierno rojo rojito, se le remitió al Hospital Oncológico Padre Machado para que le fuera practicada una mamografía y una citología, pero no acompañada por médicos y enfermeros sino por un pelotón de aguerridos guardias nacionales bolivarianos, al mando del arrojado y heroico subteniente Cruz Maestre Márquez. Los GNB se desplegaron en posición de combate por los pasillos del hospital. Ojalá hicieran los mismo cuando las FARC los vapulean en la frontera.

Lo más grave del caso es que el subteniente Maestre, en compinchita con los soldados de su pelotón, pretendían que los exámenes a la jueza Afiuni fueran efectuados en su presencia y la de sus malencarados 20 soldados. Todo un espectáculo militar grotesco, vulgar y denigrante, que viola las normas de privacidad que ella merece, su dignidad de juez y de mujer y su condición de ciudadana que está presa, pero que no pierde sus derechos fundamentales.

Por lo visto, a ese subteniente bolivariano no le enseñaron en su...

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