¿Justicia rojita?

Nuevamente el Gobierno utiliza los cuerpos de seguridad y su poder para atacar y amedrentar a ciudadanos honestos, montando expedientes e inventando y trampeando la verdad: esta vez el turno le tocó a la médico Ana María Abreu de San Miguel. La doctora Abreu es una abnegada y honesta profesional de la medicina, madre de dos hijos y cuñada de la activista y defensora de derechos humanos Rocío San Miguel. La doctora Abreu, desde hace 12 años, trabaja en el Palacio Blanco atendiendo a damnificados que están en un refugio en la Plaza Bicentenario. Desde el viernes la doctora Abreu comenzó a vivir una pesadilla que nunca pensó que padecería. Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia, una policía igualita a la Seguridad Nacional del dictador Pérez Jiménez (pero disfrazada de rojita en estos tiempos), violentaron la entrada de la residencia de la señora Abreu y perpetraron un allanamiento, descarado y cobarde, porque allí no se ocultaba ningún delincuente de alto rango. Ni siquiera el ingreso de sus abogados fue permitido para velar por sus derechos. De su residencia y sin una orden de detención fue trasladada arbitrariamente a la sede del Sebin, en Plaza Venezuela, donde la tuvieron incomunicada tanto de su familia como de sus abogados. Es que ni al ex presidente paraguayo Lugo lo trataron de esta manera, como si fuera un gran capo del narcotráfico, que no lo es, sino como un ciudadano, con todos sus derechos.

La fiscal 50 del Ministerio Público, Katherine Harrington, y su auxiliar Lucy Correa Centeno, con un expediente montado y...

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