La justicia de la vergüenza

Tradicionalmente, la administración de justicia ha sido una tarea noble, encomendada a quienes, además de una sólida formación jurídica, tienen una especial fibra moral, que los hace merecedores de la confianza de los ciudadanos; los jueces son los sacerdotes de la justicia y los guardianes de la tranquilidad y paz de la república.Por eso, con frecuencia, independientemente de su jerarquía, se les llama magistrados porque, con sus sentencias, orientan a la sociedad por el sendero recto. Por lo mismo, la prevaricación, la venalidad o la parcialidad de los jueces, suele ser castigada con mucha severidad, porque el juez prevaricador o venal no solo traiciona su conciencia, sino que traiciona a la sociedad en su conjunto. Solo excepcionalmente, como en la Alemania nazi o en otras dictaduras, algunos jueces se han prestado para servir de brazo ejecutor de las más bajas pasiones de un tirano. Quienes actúan como simples mandaderos, al igual que los bribones y mercachifles, que al primer soplido se doblan, no son idóneos para la judicatura.A pesar de la confianza que de berían inspirar los jueces, en to da sociedad democrática se han diseñado salvaguardas para garantizar no solo que se haga justicia, sino que se vea que se hace justicia. El velo de la justicia es transparente y cristalino, sin que haya nada que quede oculto a las partes en litigio o al resto de los ciudadanos. Se administra justicia con las puertas abiertas, para que cualquier persona pueda acercarse al tribunal, oír los argumentos de las partes y observar el comportamiento de jueces y fiscales; cualquier otra cosa es una perversión de la justicia. Menciono lo anterior porque, ante el solo anuncio de que el ex presidente del gobierno español, Felipe González, viajaría a Venezuela para unirse al equipo que defiende a Leopoldo López o, simplemente, para sentarse en la sala como parte del público, el tribunal se apresuró a suspender la audiencia, sin ninguna explicación y sin indicar fecha para la reanudación del juicio.Esa medida no ha sido casual.Previamente, en una decisión que no compromete a quienes defienden la libertad y los derechos humanos como valores universales que trascienden las fronteras nacionales, la Asamblea Nacional había acordado que Felipe González es persona non grata, por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR