El largo camino a casa

Si nada imprevisto ha ocurrido desde el miércoles 8 cuando escribo estas notas, este domingo en la noche millones de venezolanos estarán celebrando dos grandes acontecimientos. El primero, a contracorriente de todo lo que el aparato propagandístico oficial predicó, que la Mesa de la Unidad ha logrado convocar y realizar unas elecciones primarias que sellan públicamente el acuerdo de todas las fuerzas políticas democráticas para afrontar juntas el proyecto militarista. El segundo, el hecho de que a partir de hoy habrá un candidato único de todas esas fuerzas para representar en las próximas elecciones presidenciales al país multicolor en contienda con el liderazgo monocromático, seductoramente irracional, carismático y religioso del teniente coronel que dirigió el fallido golpe de 1992. Pero este logro, que es una gran conquista, no es todavía el triunfo. Para decirlo en términos de beisbol, apenas hemos logrado poner un hombre en primera base y nos queda todavía el gran trabajo de salvar los obstáculos de la segunda y la tercera para que llegue victorioso y celebrado al home. A la segunda base se llega ganando las elecciones presidenciales. Un objetivo nada fácil pero tampoco imposible. En esta oportunidad los venezolanos no acudiremos a unas elecciones normales en las que dos o más partidos, en igualdad de condiciones, con un árbitro imparcial, compiten por el apoyo popular para ejercer el gobierno de la nación. En esta ocasión se trata de la confrontación entre la alianza política de los factores democráticos en contra no de un partido sino del aparato del Estado en su plenitud, incluidos el árbitro electoral, la Fuerza Armada, el sistema judicial, la petrolera estatal y la Asamblea Nacional, controlados todos por el PSUV y puestos frenética, absoluta e impúdicamente al servicio de la campaña electoral del jefe único. Y, sin embargo, si las tenden cias actuales se mantienen, y se hace una campaña prudente y sabia, dirigida a captar o, por lo menos, a inhibir a ese porcentaje importante de venezolanos que han empezado a desconfiar del proyecto bolivariano que alguna vez apoyaron, todo hace avizorar que...

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