Lecciones del caso francés

La crisis política francesa, que concluyó con el segundo cambio de gabinete en seis meses, no debería ser vista como algo lejano. El gobierno del socialista François Hollande ofrece buenos ejemplos de lo peligroso que es tomar medidas que deterioren las expectativas del sector privado y de la población.Lo que hoy se presenta como una crisis política, comenzó en 2012 cuando Hollande anunció el primer paquete de medidas que ayudaría a recuperar la economía en recesión. Apostó por una combinación de alzas de impuestos y discurso populista, haciendo de las grandes empresas y los ricos los enemigos del pueblo.Pero la realidad fue otra. El clima antiempresarial que había sido creado por la administración solo logró profundizar la crisis.Desde que Hollande asumió, 440.000 personas perdieron su empleo y la desocupación subió de 9,8% a 10,2%. La Comisión Europea ha advertido que el cre cimiento en Francia es tan débil que, sin nuevos ajustes, no podrá reducir el déficit fiscal de 4,1% a 3% exigido por las leyes del tratado europeo en 2015.La economía está a punto de caer en recesión, después de reportar un...

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