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Legado a fuego lento

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Vincent

Herencia de chocolate Hay pasiones que es un gusto perpetuar. George Progonis comenzó a levantar su legado de chocolate en estas tierras en 1956, el día en que llegó en barco desde Grecia para quedarse. El artífice de la pastelería Mozart traía, en su historial, genes y oficio, las destrezas de pastelero que heredaba de su padre y abuelo. También la experiencia en una reconocida pastelería de Atenas. En realidad iba a Canadá. Alguien en el barco le ofreció trabajar en una pastelería en Caracas que nunca existió y aunque aquella promesa no se diera, Progonis conoció aquí su nuevo destino. El 26 de abril de 1975 creó la pastelería Mozart en el Centro Comercial Concresa. El mismo lugar donde trabajara, con la pasión de los convencidos, hasta sus 82 años. El sitio donde cada día se siguen preparando las delicias de chocolate que él creara, ahora en manos de sus hijas - Doris y Fotini-, su yerno Sami y su viuda venezolana, Doris Pacheco. Hay algo contagioso en las pasiones genuinas. Más si son hereditarias. Basta escuchar a Sami Marouki para confirmarlo. "Lo más importante que heredamos de mi suegro es que hacía todo desde la base. Para hacer las conchitas de naranja bañadas en chocolate compramos las naranjas, las pelamos, las dejamos secar. Tiene su procedimiento. No tomamos atajos. Eso es la pasión", cuenta quien se sumó a esta familia de sabores y desde hace una década comparte las riendas y faenas en este lugar donde se elaboran bombones, tortas y delicias que merecen el esmero diario de la familia. Allí se perpetúa a diario la máxima de Progonis. "Si no sale bien, no se vende". Y siguen elaborando lo que Sami asegura fue un aporte de su suegro a los sabores locales. "El profiterol, como lo conocemos en Venezuela, lo creó mi suegro. Él lo tropicalizó con el disco de hojaldre y las bolitas con crema de chocolate". George Progonis trabajó en Mozart hasta una semana antes de que lo sorprendiera la muerte. Pero en esos dominios de chocolate su presencia permanece. "Se siente que está aquí. A veces mi esposa me pregunta por qué me preocupo tanto. 'Porque tu papá era igual', le digo yo. Todos tenemos la misma pasión y la misma fuerza". Una fortuna que permite disfrutar ese legado de buen chocolate. *La pastelería Mozart del Centro Comercial Concresa cumplió 37 años, en manos de la segunda generación. La tercera también se estrena en la cocina. Los sabores perdurables de Vía Appia ¿Cuántos caraqueños no han salido de un apuro con absoluta...

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