Leopoldo López

Es un preso de conciencia porque, como lo tipifi ca Amnistía Internacional, no utilizó la violencia ni propugnó su uso. La sentencia no es un acto de justicia, por no ser equitativa al juzgar. Para Venezuela, inmersa en una gran crisis política, económica y social, esta decisión debilita profundamente los cimientos de la democracia y golpea profundamente a toda la sociedad.La víctima es un gerente efi ciente y joven político que ha sido perseguido y maltratado desde hace muchos años por pensar distinto a un gobierno que se ha empeñado en hacer una política grotesca, de poca civilidad, y que ha agraviado la esencia de la venezolanidad. Recuerdo aquel espectáculo burlesco en el cual el propio López, en un auditorio, era duramente humillado e insultado por el alcalde mayor de turno en lo que se suponía era un encuentro de coordinación pública. Lo incapacitaron para impedir que digiriera la capital con argumentos admi nistrativos, y ante un país atónito por la inmoralidad de la actuación de un gobierno inmerso en la corrupción. La persecución ha sido sin límites y la marcha pacífi ca del 12 de febrero fue la guinda que necesitaban para enjuiciarlo.El...

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