La libertad es el proyecto

El centro de las discrepancias en la oposición ha sido el lugar que en Venezuela ocu pa la lucha por la libertad. No es cierto que frente a un kilo de arroz o un pollo la libertad valga menos. Quien piense así, no importa cuánta gente comparta la tesis, desvaría. El hecho de poner la libertad en un lado de la balanza y en la otra la comida, en un régimen a la cubana, es un desastre humanitario: no asume que la libertad es el espacio en el que la comida puede obtenerse con certeza, por medio del trabajo, de la elección de las oportunidades, del emprendimiento y la dignidad.Es errónea la idea de que la oposición debe centrarse en resolver el problema económico porque el hambre aprieta y la gente no aguanta. Doblemente falaz: primero, porque no hay forma de resolver el problema económico en un régimen para el cual los factores de la producción constituyen el enemigo; para el que la productividad es una exquisitez capitalista, y la iniciativa individual es abominada por ser enemiga del colectivismo bárbaro; segundo, porque si los gobernantes son los que deciden cuándo, cuánto y qué comen los ciudadanos, solo hay lugar para la ruina, y en la ruina cada vez comen menos personas, y cada persona come cada vez menos.No haber colocado como prio ridad la libertad explica el desastre que arrastró la posibilidad de cambiar el régimen en 2016. Cuando el centro de gravedad de la oposición pasó de la MUD a la Asamblea Nacional en...

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