En Libia, el fútbol le ganó a las balas

Las balas aún se cruzan en Sirte, Libia, una de las pocas ciudades que aún permanece bajo el control de los fieles al depuesto presidente Muamar Gadafi. Durante el fin de semana, el ejercitio del nuevo gobierno atacó el pequeño pueblo, donde creen puede estar el ex dictador, hasta poder izar la bandera con los nuevos colores. Mucho más al sur, después de cruzar el desierto e internarse en el corazón del continente, en Chingola, la selección de fútbol de Libia buscó y conquistó otro objetivo: incluir su nueva bandera entre los clasificados a la Copa de África, pese a estar cerca de cumplir casi un año en guerra. Al frente tenía a Zambia, con la que firmó un empate sin goles que le permitió a ambos avanzar hasta la cita. No jugamos tan bien, pero eso no tiene realmente importancia, es un día histórico, declaró el brasilero Marcos Paquetá, campeón con su país en mundiales Sub-17 y Sub-20 y quien ahora dirige a Libia, pese a que tiene seis meses sin poder cobrar su sueldo. Dedicamos nuestra clasifica ción a todos los libios, a nues tra revolución, aseguró Samir Aboud, portero del equipo. Pese a los problemas internos, el cuadro del norte de África pudo mantener la regularidad, ganando tres y...

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