La locura es una verdad oculta tras el maltrato

La mayor locura es no sentir angustia por el entorno. Es normalizar los abusos, porque es mejor no mirar ni oír. No tienes que estar diciendo lo que piensas todo el tiempo, le exige María Pía a su hermano, el loco, quien es en realidad el más cuerdo en una familia acostumbrada a ceder tras las apariencias.En esa historia La Caja de Fós foros se convierte en un hogar de La Pastora, en el que solo hay puertas y ventanas. Las paredes son los ojos del espectador, que le quita las máscaras a una dinámica envuelta en un maltrato velado.Es sobre estos episodios que versa El loco y la camisa , del argentino Nelson Valente que se presenta hasta el 3 de abril.La puesta en escena es costum brista. El trabajo fundamental se apoya en los actores. Interpretan a José, un padre machista y tosco que ni escucha ni respeta a su esposa Matilde. Su hija mayor, María, llevará esa noche a cenar a su novio Mariano, un personaje bien vestido que habla de camionetas y frascos de dinero. La joven ve en él la posibilidad de salir de su vida humilde, por eso no desea que su hermano esté presente. Se avergüenza de él y quiere esconderlo en su cuarto. La idea es desaparecerlo por un momento, pero es algo que no sucederá. Porque Beto, con sus verdades -consideradas locuras-, irrumpirá en el centro de todos los diálogos.Cuando leí la pieza me llamó poderosamente la atención. Es...

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