La logia de los orgánicos fabulosos

En el supermercado de la esquina, la dirección en diagonal de los anaqueles hace que los clientes caminen sin sentido de la orientación, cortándose el paso, casi tropezándose, aunque con una sonrisa en los labios. El negocio es la tienda Trader Joe’s de Saint Francis Drive, en Santa Fe, Nuevo México, donde la proxémica se parece al caos de muchas mentes aturdidas por viejas experiencias psicotrópicas. La atmósfera me recuerda aquella vez en que, mientras me dedicaba a cortar vegetales durante la preparación de un almuerzo informal entre amigos y conocidos, alguna iniciada penumbrosa casi me conminó a cortar berenjenas, zanahorias y calabacines en diagonal. Es el vector energético que les corresponde, me susurró.Se ven anatomías flexibles por el yoga, jubilados con buen saldo tocados por un optimismo de dientes escalofriantemente blancos o jóvenes desfalcados, que no por eso se frustran sus apetitos más nobles. Los clientes que más llaman la atención son unos devotos sikhs, adornados con turbante blanco, que parecen querer someterse a una ingeniería genética radical. En reacción a la repulsa antioriental que siguió al 11 de septiembre de 2001, muchos dueños de ojos azules y piel blanca se han asimilado a las doctrinas de Harbhajan Singh Yogi, el introductor del yoga kundalini en Estados Unidos y creador de la fundación Healthy, Happy, Holy, con sede en Española, Nuevo México. A diferencia de la escuela hindú, el yoga kundalini no promueve la renuncia total al mundo terrenal y el ascetismo. Esta escuela entrena la mente para experimentar a Dios mientras fomenta los impulsos emprendedores de los iniciados para deberse al mundo: buscar pareja, establecerse, reproducirse y producir.Después de todo, Yogi Bha jan, fallecido en 2004, fue inspiración de una organización con sede en 35 países del mundo, que controla un emporio de empresas de productos orgá nicos, entre cereales y cosméticos, y con una marca bien posicionada en el mercado de las infusiones, Yogi Tea, disponible incluso en Wal-Mart, ese monstruo del consumo compulsivo americano. Sin embargo, la vida ideal que patrocina la fundación Healthy, Happy, Holy ha terminado...

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