Nosotros tenemos que lograr que el Presidente nos tenga miedo

Elías Pino Iturrieta come un croissant y bebe un café con leche después de la entrevista. Su cerebro de historiador está agotado: en una hora, pasó revista al país convulsionado por el paquete de leyes que ha aprobado la Asamblea Nacional. Casi al final de la conversación, el autor de El divino Bolívar señala, a propósito de un comentario sobre los poderes que el Reichstag Parlamento alemán le otorgó a Hitler, que no le parece apropiado comparar a Chávez con el Führer o con Mussolini. El Presidente no tiene la crueldad de ellos. Si lo convertimos en el monstruo que no es, le hacemos un favor porque pareciera que nuestro discurso sólo tocara lo estrambótico, lo exagerado, lo falso. Y eso no es. Lo importante es ver cuál es ese monstruo que se está creando que no parece monstruo. Chávez nos convirtió en conejillos de indias para la fábrica de una dictadura que parezca democracia y los conejillos de indias todavía no sabemos exactamente cómo salirnos de ese laboratorio. ¿Cómo interpreta los poderes que le ha dado la Asamblea al jefe del Estado? ÂEl Presidente tenía todos los poderes, como no los ha tenido en Venezuela ningún jefe de Estado desde los tiempos de Pérez Jiménez. Le dejaron manos libres. La Asamblea Nacional se convirtió en la dejación total y le dijo al Presidente: `Usted va a ser el gran senador, usted va a ser el gran diputado; conviértase en Licurgo y haga, como Licurgo, lo que a usted le dé la gana?. Al Presidente le cayó del cielo una calamidad: él necesitaba un hecho concreto que le permitiera atar lo que no había atado bien, si podemos usar una frase de Francisco Franco. Él quiere protegerse de lo que siente como una posibilidad cierta: la derrota electoral en 2012. ¿Estas medidas tienen algún precedente? ÂChávez no está haciendo cosas inéditas. Lenin se aprovechó de la hambruna de la recién nacida Unión Soviética para liquidar un poder que obstaculizaba su autocracia plena: la madre Iglesia. Cuando cesan los efectos de la hambruna, la Iglesia Ortodoxa estaba absolutamente controlada por el partido comunista y por la autoridad de Lenin, que se convierte en el máximo pontífice desde el punto de vista ateo. En China ocurrió algo semejante: el poder de Mao creció a propósito de una crisis. Ya hay referen cias que nos tienen que provocar angustia y tensión. El Presidente está entrampado porque es presidente debido al voto popular. Él no puede desconocer a rajatabla el voto. ÂSi bien el Presidente es reo de las formas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR