La LOT en el proyecto político

Cuando se anunciaba la reforma de la Ley Orgánica del Traba jo se presentaba como una pieza más en la construcción del modelo socialista. En algunos ámbitos se interpretó como una oferta política con claras repercusiones electorales, mediante la cual obtener el favor del voto vía reivindicaciones de los trabajadores. Esa expectativa también se preveía tras algún reacomodo de los factores orgánicos que aglutinan trabajadores. El tema político, sin embargo, venía por otra vía: se trataba de una pieza fundamental para el avance del modelo del socialismo del siglo XXI. Sin entrar a discutir si se verificaron los dos aspectos enumerados previamente, vale la pena comenzar una revisión de los elementos de la ya promulgada ley que tienen relación con una propuesta mucho más abstracta. El primer componente que llama la atención es que esta ley implica una reforma más amplia que la Ley Orgánica del Trabajo en sí misma, pues modifica la lectura y efectos de otros cuerpos como la legislación de seguridad y salud en el trabajo, el esquema de alimentación, el tratamiento del género y la discriminación y aspectos procesales que no dejan de tener importancia especialmente en un esquema normativoinstitucional caracterizado por elevadísimos costos de transacción. Algunos elementos son novedosos y relevantes en cuanto a los papeles que asigna a diferentes actores. Por una parte, la incorporación de representantes de los trabajadores en decisiones de las juntas directivas de las empresas. Por otra parte, se encuentra la inherencia que se asigna a los trabajadores en la vigilancia de los temas de precios y ganancia: Ejercer control y vigilancia sobre los costos y las ganancias para que los precios de los bienes y servicios...

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