Luz al final del túnel

Por el fracaso de su modelo colectivista centralizado, Cuba ha iniciado un viraje probablemente irrever sible hacia una economía mixta y una mayor tolerancia política. En cambio, el régimen venezolano Âimitador de Cuba anuncia medidas de mayor colectivización y centralismo tendentes en dirección opuesta a la cubana. Sin embargo, cuenta con el beneplácito de Cuba: bien que ésta desea una mayor libertad interna propia, le interesa que en Venezuela se con solide el poder de los más extremistas, represivos hacia dentro pero garantes de continuada solidaridad material hacia fuera. Con un egoísmo nacional simi lar, también el partido gobernante de Brasil apoya del modo más indiscreto a Hugo Chávez y su comparsa en contra de la oposición democrática venezolana. Lo hacen a sabiendas de que en realidad la centroizquierda de la MUD tiene mayor afinidad con el izquierdismo democrático y moderado del Gobierno brasileño, que los autoritarios chavistas. No obstante, intuyen que la oposición democrática está menos propensa que el gobierno de Chávez a aceptar una hegemonía económica y geopolí tica unilateral de Brasil. Afortunadamente, ni Cuba, ni Brasil ni otros centros de poder externos serán capaces de frenar los factores objetivos de cambio que operan en Venezuela. En el plano político, el conjunto chavista no sería capaz de mantenerse unido si su desfalleciente salud...

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