Madres de Plaza de Mayo salpicadas de corrupción en su propia casa
Un escándalo que estalló a finales de mayo, y que lleva acusaciones por lavado de dinero y malversación de fondos públicos, arrastra la reputación de las Madres de Plaza de Mayo, aquellas que hace 3 décadas desafiaron a la dictadura militar en Argentina para exigir respuesta por el destino de 30.000 detenidos-desaparecidos de la época, y que cada jueves --desde entonces-- han hecho acto de presencia en la plaza de Buenos Aires para reivindicar su vigente lucha.
Hasta ahora, la investigación de la Justicia no apunta a Hebe de Bonafini, directora de la asociación, sino al ex apoderado y representante legal de la organización, el abogado Sergio Schoklender, y otros 8 implicados. La prensa argentina se adelantó a los anuncios oficiales y reveló que se trataría de un presunto desfalco de 300 millones de dólares que llegaron a las arcas de la ONG por un otorgamiento del Ministerio de Planificación para ejecutar un plan de viviendas llamado Sueños Compartidos.
Schoklender niega haber participado en actividades ilícitas o que haber incrementado irregularmente su patrimonio.
"Nunca me enriquecí con el dinero de las Madres. Lo puedo probar. Está todo declarado", señaló.
El caso cayó en manos del juez federal Norberto Oyarbide, conocido por dirigir polémicas causas: mantuvo en vilo a los Kirchner cuando investigó el aumento de su patrimonio; sacó a la luz escuchas ilegales durante el gobierno de Mauricio Macri en Buenos Aires o sigue la cuenta en un banco suizo del ex presidente Carlos Ménem. Hasta mediados de semana, el magistrado ordenó 12 allanamientos, que incluyeron la sede de las Madres, la imprenta, la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo y otras dependencias de la fundación.
"Nos pusimos a disposición del juez y fueron allanados todos los lugares de las Madres.
No tocaron nada, no revolvieron. Abríamos y ellos revisaban. Lo que creyeron necesario se lo llevaron, se lo llevaron porque es el aporte a la causa para condenar a los malditos.
Tienen que ir a la cárcel para siempre y por eso peleamos, por eso colaboramos", vociferó Bonafini en la asamblea del jueves, en referencia a Schoklender y otros implicados (su hermano Pablo), y también para tomar del escándalo.
El abogado de la asociación en esta causa, el constitucionalista Eduardo Barcesat, solicitó el lunes a Oyarbide incluir a las Madres como parte querellante por considerarse perjudicadas.
"Los Schoklender abusaron de la confianza y del amor que les brindaron las Madres...
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