Maduro va a competir con... Maduro

Una previsible y nueva mamarrachada aparece: las elecciones presidenciales en las cuales Maduro quiere recubrir de una legitimidad imposible su cuarteada, pícnica y mustia humanidad. No sería prudente asumir que los próceres del régimen no saben lo que todos sabemos. Ellos saben que nadie, dentro o fuera del país, cree en la validez de las decisiones de la asamblea constituyente; saben que los jefes rojos vienen de ordenar la ejecución con tiros en la cabeza de Oscar Pérez y sus compañeros; saben que nadie cree en esas elecciones presidenciales como mecanismo aproximadamente democrático o medianamente transparente como diría algún dialogante. Si saben todo lo referido, por qué insisten en la parodia y por qué llevan el simulacro de un falso gobierno democrático hasta el paroxismo.Una posibilidad es que la gente hoy dueña de Venezuela piense que insistir en la fiesta electoral generará alguna barrera defensiva, como una especie de andamio maltrecho que soporta un discurso falazmente democrático de quienes hacen elecciones para que el mundo no crea que no hacen elecciones. Hacer elecciones, aunque los ciudadanos no elijan, es la prueba de Maduro como demócrata solo ante sí mismo. Este argumento puede ser un com ponente de las razones para el teatro que se monta; pero, no parece la razón principal.Esta convocatoria es tan ex pedita como haber ordenado el asesinato de Oscar Pérez y su grupo. Es como un viraje sin...

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