Makled y la fiscal

Por fin, y luego de darle largas al asunto, la fiscal Luisa Ortega Díaz le robó un momento a su apretada agenda y habló ayer sobre el caso de Walid Makled, acusado por la DEA y por el Gobierno venezolano de ser un peligroso narcotraficante, al punto de ser requerida su extradición tanto por Estados Unidos como por Venezuela.

La fiscal Ortega le dijo a los periodistas que espera que Walid Makled sea traído a Venezuela para exigirle "los elementos de prueba" que respaldan sus gravísimas denuncias, que involucran a altos oficiales de la Fuerza Armada y a ministros y funcionarios de rango del gobierno bolivariano. Qué maravillosa y cándida forma de actuar tiene la Fiscalía, al punto de pedirles personalmente a los sospechosos las pruebas mediante las cuales van a inculparlos.

Ya nos imaginamos cómo va a ser el interrogatorio: "Señor Makled, tenga la amabilidad de mostrarnos los vauchers y los videos sobre el pago de sobornos a los generales amigos suyos". Y Walid respondiendo: "No los tengo aquí, mi estimada fiscal. Están en Colombia y en Estados Unidos, a buen resguardo. Constituyen mi chaleco antibalas. Si me pasa algo, como por ejemplo un misterioso suicidio, las pruebas se harán públicas".

Ahora bien, en qué cabeza cabe que un delincuente va a ayudar a la Fiscalía no para que le rebajen la pena, sino para que le apliquen la máxima condena. De manera que este cuento de hadas se lo podrán vender como argumento a los comics que pasan por VTV, pero no funcionará para el resto de la opinión pública, que ya sabe de qué lado cojea el Ministerio Público cuando se trata de investigar al Gobierno.

Se puede desgañitar la...

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