La mala práctica de reducir la acera

En Caracas se han ampliado aceras y construido nuevos bulevares. Pero a contramarcha la gran mayoría de las aceras no ostenta las condiciones que, por norma, deberían tener: ser amplias, niveladas, iluminadas y libres de obstáculos. A esto se suma que con diversas construcciones estas se sometan a reducciones severas y hasta inhabilitación total con la Misión Vivienda muchos fueron los casos. Esta limitación suele ser temporal e, incluso, con la intención de mejorar el espacio para los peatones el caso del bulevar de Sabana Grande es elocuente.Pero no siempre el resultado es ganar o mejorar el espacio.Muchas veces es por comodidad de los constructores y el consentimiento de las ingenierías municipales. Poquísimas veces se toman las previsiones que por norma corresponden en esos casos: crear corredores protegidos para los que caminan.La mala costumbre es que de la noche a la mañana, como un hongo, nace un muro. O, con la misma lógica clandestina de un grafiti, surge una cerca con alambres de púa. Y, suponiendo que se mantenga la amplitud original de la acera, empíricamente sabemos que todo muro o elemento que limita físicamente un área per se redu ce nuestro...

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