La maqueta

La memoria se ablanda con el agua. Quizás por eso, cada vez que cae un aguacero, las au toridades pretenden reinventarse. Actúan como si el pasado no existiera y organizan un nuevo relanzamiento. Es una eficaz operación publicitaria de ese departamento de marketing que es la sala situacional de Miraflores. El chavismo es especialista en reestrenos. Así como nos referimos al gobierno anterior, también deberíamos comenzar a hablar de la lluvia anterior. --Los damnificados que es tán en el estadio Pascual Navarrete Âpodría decir seriamente el jefe del Comando de Operaciones pertenecen a la lluvia anterior. No suena mal. Sirve incluso como categoría para establecer un cierto orden, algún tipo de prioridad. Puede ser útil a la hora de redistribuir las promesas. Imagínate, por ejemplo, al compañero de turno, en el próximo censo de la próxima misión casita feliz, organizando a la gente en varias colas: --En la fila de la izquierda van a ponerse los ciudadanos de la lluvia anterior 2008. Una paradoja mojada: para ser eterna, la revolución necesita ser otra, oponerse a sí misma, fingir que no existe. En la lluvia anterior, recuerdo al Presidente rodeado de damnificados, en el Palacio de Miraflores, entrando a una oficina donde el ministro Farruco Sesto había logrado en tiempo récord levantar una maqueta del futuro. Era un diseño de cartón que mostraba un conjunto de edificios al borde de la avenida Bolívar, en Caracas. Era la nueva oferta de la temporada. Farruco no pudo abrir la boca cuando ya el Presidente había tomado un marcador y cruzaba una línea gruesa de tinta por la mitad de la maqueta. Luego, usando un señalador de metal, Chávez comenzó a hablar, a cambiar, a prometer. Quitó pisos, ofreció fechas de entrega. Anunció sótanos en los futuros inmuebles, para que los posibles habitantes pudieran usarlos como pequeños negocios, cooperativas, empresas socialistas. Como en Parque Central, dijo alborozado. Luego salió con toda su clientela. La maqueta parecía un náufrago en mitad de la oficina. En la lluvia anterior, el oficia lismo aprovechó para otorgarle una nueva ley habilitante al Presidente. Torpedeó los resultados de las elecciones parlamentarias y comenzó a actuar como si el déficit de viviendas en el país fuera una novedad de lo más 2010. Relanzar es un verbo bolivariano. Ahí está la verdadera importancia de las erres...

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